Miles. Universitarios, organizaciones civiles y ciudadanos se reunieron. (EFE)
Miles de estudiantes marcharon AYER pacíficamente en varias ciudades de México para recordar la masacre de 1968, aunque familiares de los estudiantes desaparecidos en Guerrero mantuvieron bloqueada durante horas una autopista para exigir la aparición de los 43 jóvenes.
En el 46 aniversario de la matanza perpetrada por militares en la Plaza de las Tres Culturas, en la capital mexicana, estudiantes, maestros y padres de los 43 jóvenes que están desaparecidos desde el viernes pasado tuvieron bloqueada la autopista Del Sol.
Los manifestantes utilizaron alrededor de 30 autobuses para impedir el paso de vehículos en la transitada ruta que une la capital mexicana con el balneario de Acapulco.
En la protesta participaron también miles de estudiantes de las escuelas normales, dedicadas a la formación de maestros de educación primaria, como la Normal Rural de Ayotzinapa a la que pertenecían los estudiantes, que fueron atacados a tiros en la noche del viernes por policías en la ciudad de Iguala.
Precisamente este caso fue uno de los reclamos de muchas de las marchas como la de la capital mexicana, en la que 25,000 personas según la policía, 60,000 según los manifestantes, caminaron hasta el Zócalo, donde hubo un mitin de recuerdo y de protesta.
Sobre un escenario improvisado frente al Palacio Nacional y con una plaza abarrotada, un grupo de estudiantes leyó un manifiesto en el que hicieron referencia al caso.
"Exigimos a una sola voz que sean presentados con vida, que el Gobierno estatal y federal muevan todas las piedras que sean necesarias hasta encontrarlos", apuntaron.
Según contaron, los derechos humanos "van en picada" en México, "mientras las autoridades se empeñan en la venganza contra los movimientos sociales".
Por ello, dijeron que también han salido a la calle para reclamar su derecho a defenderse, "a protestar, pues el Estado, a través de su fuerza pública", les quiere "desarmar de toda herramienta que permita enfrentar la andanada de crímenes".
"Las condiciones que nos rodean ahora parecen confundirse con aquel entonces", cuando los tanques del Ejército mexicano salieron a las calles para reprimir una protesta estudiantil que acabó con la muerte de varios centenares de personas y el encarcelamiento de otros tantos, aseguraron.
Entre ellos los dos hermanos de Consuelo Valle, que acabaron en prisión aquel día que ella recuerda en su piel, por la cicatriz de su rodilla.
A Valle la represión policial que se produjo en Iguala también le ha recordado a aquellas épocas, cuando a su madre "le tocó recorrer hospitales" y "ver muertos" buscando a sus hijos, contó ayer.
"Lo veía y parecía que estaba reviviendo cuando era jovencita. Es parte de las medidas que tiene que tener un Gobierno muy preocupado, porque realmente las cosas están muy feas para él, pero por ello trata de reprimir más", dijo en referencia a estos sucesos.
Valle habló también de otros de los protagonistas de la marcha, los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que "están demostrando cómo su conciencia por un país mejor sigue presente" y que "los jóvenes son como un gigante dormido" que "ya está despertando".
Un enorme contingente de este centro de estudios participó en la marcha, quienes aseguraron que su voz "será escuchada y no cederemos".