MINUTO ROTARIO
LA POLIO SE BATE EN RETIRADA
Gracias a meses de fisioterapia, Samir puede llevar una vida activa y jugar con sus hermanos. Desde 1995, cuando la India celebró su primera Jornada Nacional de Vacunación, 2.3 millones de vacunadores han visitado 209 millones de hogares para inmunizar a 170 millones de niños cada año. Sus esfuerzos han contribuido a lograr un futuro sin polio para las futuras generaciones del sureste asiático.
La fotoperiodista Allison Kwesell conoce bien las estrechas callejas de esta aldea india ya que estuvo aquí cuatro años atrás cuando conoció a Samir y su familia. En aquel momento, Samir tenía dos años y acababa de contraer la polio.
Al pasar por delante de una puerta, oye la voz de una anciana que grita: "¡Samir!, ¡Samir!". Corriendo, se dirige hacia la voz preguntándose si podrá reconocer al niño. Pronto ve a seis muchachos jugando, levantando grandes nubes de polvo con sus pies. Inmediatamente se fija en uno de ellos, descalzo como los demás, pero con una ligera cojera. Al acercarse, los niños dejan de jugar y la rodean con curiosidad. Kwesell no tiene problemas para reconocer a Samir por sus ojos. El niño ahora tiene seis años y, gracias a las sesiones de fisioterapia recibidas, puede correr y jugar con sus amigos en esta aldea situada en los alrededores de Moradabad.
Samir es uno de los últimos niños indios en contraer la polio. En marzo de 2014, la Organización Mundial de la Salud anunció oficialmente que la región del Sureste asiático está libre de esta enfermedad. Esta certificación es resultado del éxito alcanzado por la India, ya que en enero celebró tres años sin un solo caso de polio.
Este enorme logro es el resultado de una batalla de 36 años en la que millones de trabajadores sanitarios visitaron aldeas remotas, escalaron montañas y cruzaron desiertos para llevar la vacuna hasta el último niño de este enorme país. Hace pocos años, la India reportaba más casos de polio que ninguna otra nación del mundo. Hoy por hoy, 80% de la población mundial vive a salvo de esta enfermedad paralizante.
Fahmida, la madre de Samir, ahora tiene siete hijos. Le preocupa Samir ya que cuando comience a ir a la escuela tendrá que cruzar una carretera con mucho tránsito. A veces, tropieza y cae cuando corre, pero se levanta inmediatamente. Los médicos creen que su polio no es tan grave ya que recibió algunas dosis de vacuna que lo protegieron parcialmente contra el virus. Fahmida se siente optimista sobre el futuro de su hijo quien le ha dicho que, cuando sea grande, quiere ser médico.
"La recompensa de todo este enorme esfuerzo es que las madres no tendrán que preocuparse de que sus hijos sufran esta terrible enfermedad", concluye Kwesell, ex becaria de Rotary pro Paz.
Por Megan Ferringer
The Rotarian
"ILUMINEMOS ROTARY".
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