Un amigo le preguntó a Don Juan:
-¿Cómo se llamaba aquella francesita rubia que se te entregó en París?
Respondió él:
-No recuerdo.
-Y aquella española ardiente que poseíste en Sevilla ¿cómo se llamaba?
-No recuerdo.
-Y ¿cómo se llamaba aquella italiana de ojos negros y cabellera bruna que hiciste tuya en Nápoles?
-No recuerdo.
En eso una mujer se acercó a Don Juan y le dijo:
-¿Te acuerdas de mí?
Respondió el sevillano:
-Jamás te apartarás de mi memoria, doña Elvira. Soy un caballero: Con las mujeres no olvido; con los hombres no recuerdo.
¡Hasta mañana!...