Eva comió la manzana. Si no la hubiera comido todas las cosas habrían estado más tranquilas para el género humano. Y más aburridas.
Adán comió también. Ésa fue la primera de una larga serie de tentaciones en que el hombre caería por la mujer.
Luego de que salieron del paraíso con su carga de maldiciones divinas a cuestas, Eva encontró a la serpiente y le dijo en tono de reproche:
-¿Lo ves? Me incitaste a comer la manzana, y me hiciste después tentar a Adán. Por causa de tu maldad salimos del Edén, y viviremos vida de dolor. ¿Qué te movió a hacer eso?
Respondió la serpiente:
-Así aprenderán a desconfiar de todo aquello que les den de gratis.
¡Hasta mañana!...