El aprendiz de seductor le preguntó a Don Juan.
-¿Cuántas mujeres fueron tuyas?
Respondió él:
-No lo sé. Lo que sí sé es que yo fui de todas ellas.
-Está bien -insistió el mozalbete-. Pero ¿cuál fue su número?
-No sé de números -contestó Don Juan-. Y si supiera esa cifra no la diría.
-¿Por qué? -quiso saber el aprendiz de amante.
Dijo Don Juan:
-No sé si por humildad o por vergüenza.
El muchacho volvió a preguntar:
-¿Fueron muchas?
-Ahora me parecen pocas -meditó Don Juan-. Pienso en ellas y acabo por creer que fue una sola.
Entonces supo el muchacho que en la vida de un hombre todas las mujeres son pocas, y que esas pocas acaban por ser solamente una.
¡Hasta mañana!...