El Funcionario del Estado hizo llamar al señor equis y le ordenó.
-Di “Sí”.
El señor equis, obediente, dijo:
-Sí.
Le ordenó nuevamente El Funcionario:
-Di otra vez “Sí”.
Repitió el señor equis:
-Sí.
-Di diez veces sí -demandó El Funcionario.
Y el señor equis:
-Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí.
Entonces le dijo El Funcionario:
-Muy bien. Ya estás listo para negociar con los estudiantes en nombre del Gobierno.
¡Hasta mañana!...