Me habría gustado conocer a Lincoln, Abraham Lincoln.
Abogado joven, interrogó en la corte a un individuo que servía de testigo a la parte contraria. Empezó por preguntarle su nombre.
-John Cass -respondió el tipo.
Pidió Lincoln:
-¿Puedo llamarle Jack?
Le contestó el testigo, hombre soberbio:
-Puede llamarme como le dé la gana.
Lincoln, entonces se dirigió a él diciéndole:
-Muy bien, Jack Cass.
Quienes llenaban la sala soltaron una estruendosa carcajada. La expresión "jackass" equivale en inglés a tonto, necio estúpido. El juego de palabras del defensor desarmó a la parte acusadora.
Me habría gustado conocer a Lincoln. Sabía que no hay nada como el humor para abatir a los soberbios.
¡Hasta mañana!...