Doña Elvira le preguntó a Don Juan:
-¿Me amas?
Respondió él:
-Sí.
Doña Elvirá sonrió, satisfecha.
Pensó don Juan:
-Se lo creyó.
Don Juan le preguntó a doña Elvira:
-Y tú ¿me amas?
Contestó ella:
-Sí.
Don Juan sonrió, orgulloso.
Y pensó doña Elvira:
-Se lo creyó.
¡Hasta mañana!...