Los niños dicen cosas que sorprenden.
Y las niñas más.
Este amigo mío tiene una nieta. Los papás de la pequeña le compraron una perrita. Tiempo después, ante el asombro y el gozo de la niña, la perrita dio a luz dos cachorritos.
Madre inexperta, al parecer no cuidaba bien de ellos. Los dejaba solos durante horas, y aunque los oía gañir de hambre no acudía a amamantarlos.
La nieta de mi amigo reprendió con severidad a la perrita. Le dijo:
-No sirves para ser mamá.
Y añadió luego:
-Bueno, ni siquiera sirves para ser papá.
El padre de la niña quedó desconcertado. Hasta la fecha no sabe cómo interpretar las palabras de su hijita. Mi amigo y yo tampoco lo sabemos.
En efecto, los niños dicen cosas que sorprenden.
Y las niñas más.
¡Hasta mañana!...