Con el invierno las ramas de los árboles quedaron desnudas de hojas.
Eva le dijo a Adán:
-No tengo nada qué ponerme.
(Todas las Evas les han dicho esas palabras a todos los Adanes).
El hombre, entonces, fue con el Creador.
-Señor -le pidió con suplicante voz-. ¿No podrías hacer la primavera?
El Padre, que ama a sus criaturas, creó entonces la estación primaveral, y los árboles se llenaron de hojas otra vez.
Por eso nació la primavera.
Para que Eva pudiera renovar su guardarropa.
¡Hasta mañana!