Primero:
-¿Cuándo aprenderá este niño a hablar?
O:
-¿Cuándo caminará esta niña?
Después:
-¿Cuándo se callará este niño?
O:
-¿Qué esta niña no se estará quieta jamás?
Antes:
-Ya vete a la cama.
Ahora:
-¡Ya sal de esa cama!
Es muy difícil que los padres entiendan a sus hijos. Pero es más difícil que los hijos entiendan a sus papás.
¡Hasta mañana!...