Leí acerca de un hombre que le dijo a otro:
-¿Supiste que Fulano, aquel compañero nuestro de la escuela, tuvo un gran éxito en los negocios, y ahora es millonario?
-Lo sé, lo sé -respondió desabridamente el otro.
Continuó el primero:
-Y ¿supiste que Mengano, que también fue nuestro compañero, triunfó como escritor? Todo mundo lee sus novelas, y ha recibido premios importantes.
-Lo sé, lo sé -repitió el otro con molestia.
-Y ¿supiste -prosiguió el amigo- que a Perengano le ha ido muy mal? Quebró su empresa, lo dejó su esposa, y ahora vive solo y no tiene un centavo.
-¿De veras? -se le iluminó la cara al otro-. A ver ¡cuéntame, cuéntame!
¡Hasta mañana!