El Señor creó al ornitorrinco.
Lo hizo ser mamífero, pero la hembra pone huevos.
Le puso cuerpo de gato.
Cabeza de perro.
Patas de ganso.
Pico de pato.
Le dio nado de pez.
Lo puso a vivir, tanto en la tierra como en el agua.
Adán vio a la extraña criatura y no dio crédito a lo que sus ojos le mostraban. Aquel animal era una mescolanza de diversos y muy distintos seres. Le preguntó al Señor:
-¿Por qué hiciste al ornitorrinco?
Contestó el Creador, sonriendo:
-Para desconcertar un poco a Darwin.
¡Hasta mañana!...