Uno de los grandes rivales de Brasil será Croacia, un conjunto típico de la exitosa escuela balcánica, marcado por la magia en la medular del madridista Luka Modric o el sevillista Ivan Rakitic, y por la pegada en ataque de Mario Mandzukic, delantero del Bayern Múnich. (ARCHIVO)
En la fase de grupos, el gran rival de Brasil será Croacia, un conjunto típico de la exitosa escuela balcánica.
El equipo está marcado por la magia en la medular del madridista Luka Modric o el sevillista Ivan Rakitic, y por la pegada en ataque de Mario Mandzukic, delantero del Bayern Múnich.
El bronce en Francia 1998, con una generación inolvidable, encabezada por Robert Prosinecki, Davor Suker y Zvonimir Boban, es la mejor referencia croata en un Mundial. Ahora vuelve tras quedarse fuera de Sudáfrica y lo hace con vigor y ambición, pero necesitada de encontrar la regularidad.