El depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi, quien es juzgado por fugarse de una prisión durante la rebelión contra Hosni Mubarak en 2011, denunció ayer que es un "preso político" y reiteró que él es el legítimo gobernante del país.
El exmandatario compareció ante un Tribunal de El Cairo para enfrentar el segundo de los tres procesos en su contra, tras su detención y destitución del 3 de julio pasado en un golpe militar impulsado por la cúpula del Ejército.
La televisión estatal difundió parte de la comparecencia, en la que Mursi aseguró que es el presidente legítimo de Egipto, denunció ser un "prisionero político" y calificó de "ilegal" el proceso en su contra.
"¿Sabe usted quién soy yo? Soy el presidente legítimo de este país", afirmó Mursi al magistrado Shaaban al-Shamy, presidente de la Corte Penal de Egipto, que juzga al islamista por su fuga de la prisión de Wadi Natrun hace tres años, junto con miles de reclusos.
El depuesto presidente y otros 130 miembros de la Hermandad Musulmana están acusados además del asesinato de varios presos y oficiales de Policía durante la fuga, de atacar instalaciones de las fuerzas del orden, entre otros cargos.
Mursi, quien fue trasladado por razones de seguridad en helicóptero hasta la Corte, compareció sólo unos minutos ante el juez, ya que el tribunal decidió retrasar el juicio hasta el próximo 22 de febrero.
La agencia estatal de noticias MENA informó que el juicio fue aplazado a petición de la de defensa, que solicitó tiempo para analizar los expedientes de los procesados, quienes deberán permanecer en prisión preventiva.