Mónica Puig enfrentará a Andrea Petkovic en segunda ronda. (EFE)
Mónica Puig niega que se inmute con que le pongan la etiqueta de futura estrella. Tampoco se irrita con que su proyección esta temporada se haya atascado.
"El éxito este año no se ha podido conseguir de un golpe", dijo la puertorriqueña tras superar el lunes la primera ronda del Abierto de Estados Unidos con una victoria 3-6, 6-3, 6-3 sobre la checa Tereza Smitkova, duelo en el que marcó diferencia con quiebres de saque al inicio de los últimos dos sets.
"No puedo ir tan de prisa. Ha sido un año con muchos sobresaltos, pero ahora mismo todo está volviendo a encajar como debe ser", aseguró.
Cerca de cumplir 21 años, Puig forma parte de una camada de jugadoras nacidas después de 1990 que buscan abrirse paso en la élite del tenis femenino.
Es una tenista que ha captado el interés de los patrocinadores. Su imagen está en los carteles de una tarjeta de crédito que tapizan los barandales del paseo de maderos que conduce del tren a las canchas de Flushing Meadows.
Puig parecía dispararse hacia arriba, cuando en 2013 avanzó a los octavos de final en Wimbledon y la tercera ronda en el Abierto de Francia. Pero en enero, la eliminación en la segunda ronda en Australia marcó el rumbo de altibajos de este año.