La presidenta chilena Michelle Bachelet inauguró hoy el memorial a los detenidos desaparecidos y ejecutados políticos que integraban la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) durante la dictadura militar (1973-1990).
El memorial consiste en tres placas con los nombres de 350 trabajadores públicos y dirigentes de la ANEF que fueron víctimas de violaciones a los derechos humanos durante el régimen que encabezó el dictador Augusto Pinochet.
Entre los nombres figuran los del presidente chileno Salvador Allende (1970-1973), el general del Ejército Carlos Prats, el general de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet, padre de la mandataria, y el dirigente sindical Tucapel Jiménez.
La jefa de Estado dijo en el acto que “recordarlos, hacer memoria, es un deber del que no podemos restarnos”, y enfatizó que “no es posible construir una democracia sobre el olvido, la injusticia, las verdades a medias o las mentiras”.
“No se puede construir una comunidad sólida sin hacernos cargo de la violencia que fracturó nuestra sociedad y acabó con la vida de personas maravillosas, como las que hoy reciben nuestro homenaje”, dijo.
Bachelet acotó que las víctimas “siguen con nosotros gracias al cariño, a la tenacidad, al amor de sus familiares, compañeros, y de tantos luchadores por los derechos humanos. Gracias a ellos, a su sacrificio, hoy tenemos un país más justo, más democrático”.
Recordó que su gobierno se comprometió a adoptar una Política de Estado Explícita e Integral de Derechos Humanos, la cual se basará en elementos fundamentales como la promoción y garantía de la vigencia integral de todos los derechos humanos.
El próximo jueves se cumplen 41 años del golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Allende, quien murió en el presidencial Palacio de La Moneda en medio del asalto a la sede de gobierno por parte de las tropas militares encabezadas por Pinochet.
