El fin de semana que acaba de pasar la Universidad Iberoamericana a través de su extensión en la ciudad de Saltillo me hizo una invitación gracias a mi amigo Jorge Reyes Casas, para impartir un Diplomado en Marketing Digital, volví a la academia.
Fue un reto interesante el volver a establecer un diálogo con un grupo de personas que se interesaron en aprender mucho de lo que se puede lograr a través del Marketing Digital y el manejo de redes sociales.
Un hecho relevante es que del grupo de empresarios y profesionistas conformado por doce personas, diez de ellas fueron mujeres, el nuevo sexo fuerte.
Ultimamente me parece que los hombres estamos presentando un comportamiento mas parecido al estereotipo que se tenía, hasta hace poco, de las mujeres: somos increíblemente chismosos, tenemos la piel muy sensible y ahora la piedra angular de nuestra masculinidad, que era el arreglar cualquier diferencia con un golpe en la cara o con una palmada en la espalda, ya no sucede, o sucede cada vez menos.
Y esta no es una postura científica ni profesional, no le estoy buscando ángulo al tema desde el punto de vista sociológico o antropológico, histórico pero si histérico, la neta, los hombres son cada vez mas viejas.
¿Será que cósmicamente nos abrieron las puertas del llanto y nos la pasamos de mariquitas lloriqueando por nuestros problemas cotidianos? Veo a tantos y tantos compañeros de género apachurrados, instalados en la mandilonería de la vida, dejando años atrás las riendas de su vida a cualquier ser, su esposa, su madre, su amante o su perro pero menos ellos, tantos y tantos hermanos descarriados de la senda de la libertad de hacer lo que se nos antoje y esto no tiene que ver con irse de borrachera a un strip bar sino el simple hecho de comprarse una moto o de ir a un bar para volver a tocar esa libertad que nos hizo sentirnos orgullosos de haber nacido con un pene.
Caray muchachos, ¿que nos pasó? cuando nos hicimos tan pusilánimes y baratos, cuando empezamos a prostituirnos, ¿nos compraron el comfort y las sábanas calientes? ¿donde quedó el espíritu libre de dejarse crecer la barba, de no bañarse y de mentarle su madre al estúpido de al lado que no sabe manejar?
Muchachas, ¡saquen la testosterona carajo!
