Collie, el perro que acompañó la tumba de su dueño por 9 años, murió en Rosario, Argentina, informó La Capital en su web.
El fiel can estuvo casi una década viviendo en los alrededores del cementerio de La Piedad, donde se encontraba sepultado su dueño. Al día siguiente del entierro, luego de que Collie pasara la primera noche al lado de la tumba, la familia de su dueño quiso llevárselo. Pero no hubo caso. El perro no iba a abandonar ese lugar.
El lunes, un grupo pedía en las redes sociales ayuda para que alguien cuidara a Collie, que se encontraba convaleciente y aullaba de dolor. El veterinario Federico Bonino fue a verlo y decidió que urgía internarlo. El perro "estaba en muy mal estado, deshidratado", dijo el veterinario, quien le detectó al animal una insuficiencia renal grave, cuyo origen databa de un largo tiempo atrás.