Problemas. El asesinato del jefe de policía suma más sangre y tensión a un estado ya convulso.
El director de Seguridad Pública del municipio de Cuajinicuilapa, sureño estado mexicano de Guerrero, Honorio Martínez Rodríguez, fue asesinado ayer en una emboscada, dijeron autoridades municipales.
Según reportes de medios locales, el funcionario fue acribillado en la carretera federal que atraviesa el municipio y cerca de una escuela primaria. En el ataque, que ocurrió a las 09.30 horas locales (15:30 GMT), también murieron dos policías que acompañaban a Martínez Rodríguez.
La camioneta de la policía en que viajaban Martínez Rodríguez y los agentes de seguridad recibió ráfagas de armas de fuego durante 15 a 20 minutos y el ataque, al parecer, fue efectuado por al menos cinco hombres, según las investigaciones iniciales.
Fue el segundo ataque del que era blanco Martínez Rodríguez, quien a principios de noviembre del año pasado fue atacado en la carretera Acapulco-Pinotepa Nacional luego de ser amenazado de muerte.
El municipio de Cuajinicuilapa se ubica en la región de la Costa Chica de Guerrero y está a 361 kilómetros de Chilpancingo, capital del estado.
Guerrero vive momentos de crispación por la desaparición de 43 estudiantes el pasado 26 de septiembre a manos de policías de Iguala y el vecino municipio de Cocula tras un ataque a tiros que dejó seis muertos y 25 heridos.
Según las investigaciones de la fiscalía nacional, los policías trasladaron a los jóvenes detenidos y los entregaron al grupo criminal Guerreros Unidos, que los hizo desaparecer, en un suceso que no ha parado de generar reacciones de repudio a nivel internacional.
