Ataques en Siria. El Estado Islámico y el Gobierno se enfrentaron por tener el control de una gasera. (EFE)
Al menos 111 personas murieron ayer en choques entre seguidores del régimen sirio y combatientes del grupo Estado Islámico (EI) por el control del campo de gas de Shaer, que acabaron tomando los yihadistas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG, que anteriormente había informado de 23 fallecidos, precisó que noventa de las víctimas mortales son soldados y miembros de las Fuerzas de Defensa Nacional -milicias civiles progubernamentales-, mientras que el resto son radicales. Por el momento, se desconoce el paradero de 270 combatientes leales al régimen, que podrían haber sido capturados o bien estar muertos o heridos por el asalto de los extremistas al yacimiento, situado en el este de la provincia central de Homs.
El Observatorio, que cita a fuentes de confianza, agregó que una veintena de efectivos del régimen y de guardias del campo consiguieron escapar, y que consiguió hablar con dos de ellos.
El EI se ha hecho con buena parte de los campos de petróleo y gas en el norte de Siria.