Caos. Un suní con el rostro cubierto apunta con su rifle.
La lucha entre las fuerzas de seguridad iraquíes y extremistas vinculados con Al Qaeda ha dejado al menos 60 muertos en las últimas dos semanas en la provincia de Anbar, dominada por los suníes, en el oeste de Irak, dijo un funcionario.
Según el jefe de la Dirección de Salud de Anbar, Judeir Shalal, 43 personas han muerto en la ciudad de Ramadi y 17 en Faluya desde que estalló la violencia en esta provincia occidental, después del arresto el 28 de diciembre de un legislador suní acusado de terrorismo y el desmantelamiento de un campamento de manifestantes antigubernamentales suníes en Ramadi.
Shalal dijo que los heridos ascienden a 297 en ambas ciudades. El funcionario no estuvo en condición de proporcionar un desglose sobre los muertos entre los combatientes ni entre los civiles atrapados en la lucha. Dijo que las cifras no incluían las bajas militares.
Al menos 50 civiles y extremistas han muerto en las operaciones militares de las últimas dos semanas en Anbar, según un conteo.
Observadores internacionales han advertido sobre la escasez de alimentos, combustibles y otras necesidades, en particular en Faluya. Según archivos de las Naciones Unidas, más de 11,000 familias están desplazadas por el conflicto.
Para saber...
⇒ Las fuerzas de seguridad iraquíes y sus aliados combaten a los extremistas para recuperar las ciudades controladas parcialmente por el Estado Islámico y el Levante, vinculado con Al Qaeda.
⇒ Pistoleros mataron a dos policías en un retén de seguridad en Mosul.