Angustia. María Elena recuerda a cada instante a su hijo Hugo Marcelino, que cumplió ya un lustro desaparecido.
En la casa de María Elena Salazar reina el silencio. Las navidades, las fiestas de cumpleaños y los festejos del día de las madres terminaron el 20 de julio de 2009, fecha en la que su hijo Hugo Marcelino González salió de casa en la colonia Eduardo Guerra de Torreón, en busca de un nuevo trabajo, pero jamás regresó.
Aunque su madre se dice "muerta en vida" y no confía más en el actuar de las autoridades policiales, asegura que su búsqueda seguirá de una manera incansable hasta dar con el paradero de su hijo, aquel que trataba de arrancarle una sonrisa cada día, la cual hoy desapareció de su rostro cansado.
En su andar, se integró a la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Coahuila (Funndec), junto a 30 familias de Torreón, que aunque sostienen reuniones con las autoridades estatales cada dos meses, no se ha logrado dar con el paradero de ninguno de sus familiares y las investigaciones siguen "estancadas".