Osteoporosis, enfermedad silenciosa
Como ya sabemos la osteoporosis es una enfermedad de la pérdida de hueso asociada con un aumento de riesgo de fractura. Para quienes aprecian la tranquilidad, la osteoporosis simula ser una compañera inofensiva, porque casi no da síntomas y pocos se preocupan por descubrirla.
Por ese motivo, nos deja vivir en paz, hasta que lamentablemente advertimos su presencia por una grave fractura que nos incapacita.
Peor aun, puede acabar con nuestra vida, como consecuencia de las complicaciones de la inevitable operación que sigue, por ejemplo, a una fractura de cadera.
La forma solapada y silenciosa en que nos invade, la coloca dentro de las compañías que debemos rechazar si ya se ha instalado en nosotros, o de lo contrario hacer nuestros mejores esfuerzos para que nunca llegue a ser parte de nuestra vida.
Existen diferentes tipos de osteoporosis:
*Osteoporosis posmenopáusica: La causa principal es la falta de estrógenos. En general, los síntomas aparecen en mujeres de 51 a 75 años de edad, aunque pueden empezar antes o después de esas edades.
*Osteoporosis senil: Resultado de una deficiencia de calcio relacionada con la edad y de un desequilibrio entre la velocidad de degradación y de regeneración ósea. Afecta, por lo general, a mayores de 70 años y es dos veces más frecuente en las mujeres que en los varones.
*Osteoporosis secundaria: Puede ser consecuencia de ciertas enfermedades, como la insuficiencia renal crónica y ciertos trastornos hormonales, o de la administración de ciertos fármacos, como corticoides, barbitúricos, anticonvulsivantes y cantidades excesivas de hormona tiroidea.
Diagnósticos: Generalmente la osteoporosis no se detecta hasta que aparecen síntomas clínicos claros, como la reducción de la estatura y las fracturas. Estas se producen normalmente en las vértebras torácicas y lumbares, el cuello, el fémur y el radio distal. Al tratarse de una enfermedad asintomática, hasta la presentación de sus complicaciones óseas es necesario un diagnóstico precoz, que viene inducido por la historia clínica, con análisis de factores genéticos, nutricionales, ambientales y factores de riesgo, así como la determinación de marcadores bioquímicos de edad ósea y la medida del contenido mineral óseo mediante la densitometría.
En primer lugar es necesaria una exploración física que debe incluir una medición de la talla para detectar su pérdida. También son útiles las radiografías del perfil de la columna lumbar y dorsal para descartar la presencia de fracturas vertebrales.
Para detectar la osteoporosis antes de que se manifiesten los síntomas se puede medir la densidad de los minerales óseos (densidad mineral ósea/dmo) a través de una densitometría.
Tratamiento: Debido a que el hueso perdido no puede reemplazarse, el tratamiento para la osteoporosis se enfoca en la prevención de pérdida adicional de hueso.
Mientras la terapia de alimentación y el ejercicio frecuentemente son los componentes claves de un plan de tratamiento para la osteoporosis, hay otros tratamientos también.
Terapia hormonal sustitutiva (también conocida como HRT) se recomienda frecuentemente para mujeres con alto riesgo para la osteoporosis como prevención la pérdida de hueso y reducir el riesgo de fractura.
Una medida de densidad ósea cuando la menopausia comienza puede ayudar a usted y a su médico a decidir si la terapia hormonal sustitutiva es para usted.
La terapia hormonal sustitutiva no es sin ningún riesgo, incluyendo el riesgo más alto de cáncer de seno. Debe consultar a su ginecólogo.
¿Qué se puede hacer para prevenir la osteoporosis o prevenir que empeore?
Hay mucho que usted puede hacer a lo largo de su vida para prevenir la osteoporosis, demorar su progreso y protegerse usted mismo de fracturas. Incluya cantidades adecuadas de calcio y vitamina d en su dieta. Durante los años de crecimiento, al cuerpo le hace falta calcio para construir huesos fuertes y para crear un abastecimiento de calcio en reserva.
Crear masa ósea cuando usted es joven es una buena inversión para el futuro.
Ingerir calcio inadecuadamente durante el crecimiento puede contribuir al desarrollo de la osteoporosis más tarde en la vida.
Cualquiera que sea su edad o condición de salud, necesita calcio para mantener los huesos saludables.
El calcio continúa siendo un alimento esencial después del crecimiento porque el cuerpo pierde calcio todos los días.
Aunque el calcio no puede prevenir la pérdida gradual de hueso después de la menopausia, continúa jugando un papel esencial en mantener la calidad ósea. Aun cuando usted ha experimentado la menopausia o ya tiene osteoporosis, aumentando su consumo de calcio y vitamina D puede disminuir su riesgo de fractura.
Esta información no pretende substituir el necesario consejo de su ginecólogo o la necesidad de un tratamiento profesional médico.
Siempre debe consultar a su médico ante cualquier duda sobre su salud y antes de comenzar un nuevo tratamiento con medicamentos, dieta o programa de ejercicio físico.