CÁNCER CERVICO-UTERINO (DIAGNOSTICO)
Sí el resultado del Papanicolaou indica cambios celulares atípicos, la paciente debe acudir con el ginecólogo en conjunto con el oncólogo para que valore la situación. El procedimiento habitual es que estos especialistas sometan a la paciente a una Colposcopia (también conocida como prueba Colposcópica), que le indicará con mayor exactitud las características del cérvix a través de un microscopio. Ello permite: * Identificar cualquier lesión sospechosa con mayor precisión que la que ofrece la prueba del Papanicolaou.
* Delimitar la zona afectada.
* Definir la extensión de la enfermedad (en caso de que exista diseminación local).
* Realizar una biopsia del tejido afectado.
Gracias a la biopsia y a la buena interpretación de patología, el ginecólogo podrá saber con certeza el tipo de lesión o de cáncer que sufre la paciente. El carcinoma epidermoide, o de células escamosas, constituye de 80 a 85 por ciento del total de casos de cáncer cervicouterino, el cual puede ser queratinizante o no queratinizante, de células pequeñas o grandes y mostrar diferentes grados de diferenciación.
El resto de los casos corresponden al adenocarcinoma; dentro de este tipo de cáncer existen variantes: El endometrioide, el de células claras, que es la variante mas agresiva de todas.
TRATAMIENTOS
Los tratamientos -o el tratamiento- a seguir depende de las condiciones físicas de la paciente, del tipo de cáncer que padece y del estadio de desarrollo de este último. El médico también considerará la edad de la paciente y los efectos secundarios de la terapia.
CIRUGÍA
Cuando el tumor es pequeño, es posible realizar una criocirugía o una cirugía de rayo láser. La primera consiste en la eliminación del tumor por congelamiento; en la segunda, se utiliza un haz de luz muy intenso para eliminar las células cancerosas. Otra opción en las etapas tempranas de desarrollo es la conización, en el cual se extrae la parte del tejido afectado en forma de cono. Este procedimiento también se utiliza en las biopsias.
Cuando el tamaño del tumor ya exige una cirugía tradicional, el cirujano debe practicar una histerectomía, es decir, la extracción del útero completo. Existen muchas variantes de esta intervención quirúrgica, dependiendo del método que se emplee y de los órganos que se extraigan.
La histerectomía simple es una operación en la cual solamente se retira el útero. En la hesterectomía vaginal, el útero se extrae por la vagina; en la histerectomía abdominal, el útero se retira a través de una incisión en el abdomen. La histerectomía radical es una intervención en la cual se extrae el cérvix, el útero, parte de la vagina y los ganglios linfáticos de la región.
Cuando el cáncer se encuentra expandido, es probable que sea necesario extraer los ovarios, las trompas de falopio, el colon inferior, el recto, la vejiga o la vagina, dependiendo del lugar donde se haya dado la invasión.
