En grande. Durante el primer concierto del programa social 20 por 20 participaron todos los miembros de la orquesta coahuilense.
Sonrisas de asombro, felicidad, admiración y respeto, fueron la constante de medio centenar de niños de la Escuela Primaria 20 de Noviembre, ubicada en la colonia Cerro de la Cruz, ayer cuando la Camerata de Coahuila les cambió la rutina escolar, para invitarlos a soñar entre acordes y bromas.
Contentos, algunos pequeños que horas más tarde dirían que querían ser violinistas, o tocar como "el señor ése de la flauta negra", ocuparon sus asientos para disfrutar del primero de 20 conciertos que la orquesta coahuilense ofrecerá en los polígonos de mayor marginación de Torreón.
Lejos del acartonamiento que suelen tener los músicos en los escenarios formales cuando se ponen el frac, ayer los integrantes de la orquesta lucieron relajados, divertidos e incluso les dio tiempo para bromear con la música.
Más allá de escuchar a Vivaldi, Telemann, Von Suppé, o Stravinsky, de quienes Camerata tocó obras ayer, los niños difrutaron de un grupo de músicos que entre obra y obra explicaban los sonidos de un instrumento, las partes del mismo, e incluso fueron invitados a imaginar cómo eran por dentro.
Para esta obra de Leroy Anderson, necesito su colaboración, cuando yo les indique, van a chiflar, dijo el maestro Ramón Shade, director de la orquesta, quien hizo que los pequeños se convirtieran por un instante en parte de Camerata y participaran en la obra del estadounidense "Plink, Plank, Plunk".
Un alegre concertino, Tatul Yeghiazaryan, hizo con sus bromas reír a los pequeños, que terminándose el concierto querían aprender a tocar el violín.
La acuarela de un concierto que además dejó ver más divertidos a los músicos que a los niños. Entre aplausos y ojos brillantes el director de la agrupación dio las gracias a los pequeños por haberles contagiado la felicidad de sus rostros.
"La música es más efectiva que cualquier discurso sobre reconstrucción del tejido social", dijo una maestra que sintió que por primera vez, hacer parte de los programas municipales de Prevención Social del Delito, eran tangibles a través del oído.
Dibujos
Para el pequeño Mario, la música clásica, que por accidente había visto en un canal de televisión, era aburrida, sonaba rara y no tenía letra. Sin embargo, después del concierto de camerata de ayer, reconsideró su apreciación. "Es divertida si cuentan chistes, podemos chiflar y hacer como gatos", dijo. Los chistes y sonidos fueron indicaciones que les dio el maestro Ramón Shade en dos obras. Los pequeños de la Escuela Primaria 20 de Noviembre, al terminar el concierto entregaron a la orquesta una serie de dibujos, donde tradujeron su amor por la música.
Cambian de opinión
Algunos de los niños dijeron al término del concierto:
⇒ "Está 'chido' y nos hicieron reír".
⇒ "Nunca había visto una orquesta de éstas en persona".
⇒ "Aprendí que la que parece guitarra gigante tiene las cuerdas hechas de pelos de caballo".
⇒ "Es muy divertido chiflar".