Espectáculo. Los jóvenes aprenden a dominar el monociclo y a realizar algunos malabares con clavas.
Realizar acrobacias a bordo de un monociclo, lanzar clavas y atraparlas una y otra vez, detener objetos con la cabeza o barbilla, tal vez suene fácil, pero requiere de horas enteras de práctica, disciplina y sobre todo... pasión.
Academia
En Torreón existe un sitio dedicado a formar especialistas en arte circense, su nombre es Unicirclo, proyecto que nació hace cuatro años, gracias a tres jóvenes laguneros, quienes han viajado por gran parte del país y al extranjero, llevando su espectáculo y participando en convenciones internacionales para perfeccionar cada uno de sus actos.
Se trata de Cristian Emilio Tinoco Gallardo, Cinthia Huitrón y Édson Caballero, quienes fundaron esta academia en la cual no sólo se han formado jóvenes laguneros, sino también de diversas partes del país, deseosos de aprender y perfeccionar sus técnicas.
Como Jonathan Arellano, originario de Ciudad Juárez, Chihuahua, quien a sus 22 años dejó su casa y puso en pausa sus estudios en Música para prepararse en la academia.
De acuerdo con Cristian, personas que han estado de paso por México, han perfeccionado sus actos en Unicirclo, y quienes además, han tomado los cruceros como práctica y sobre todo para sacar un poco de recursos para seguir recorriendo el país. Aunque no existe una "receta secreta" para ser el mejor malabarista o acróbata del mundo, Cristian asegura que es necesario tener dedicación y sobre todo disciplina.
Reconoce que aunque la sociedad "tacha" a quienes se dedican a esta profesión, como jóvenes sin oficio ni beneficio, dice que se requiere de un gran esfuerzo, incluso para presentar un show de 40 segundos.
"La gente de nuestra ciudad aún no está consciente del trabajo que se hace, la gente piensa que son vagos, que no tienen oficio ni beneficio, que por eso están haciendo esto. Invitaría a todas esas personas a que vinieran y vieran un día el entrenamiento de esos chicos".
Y es que los jóvenes que se forman en esta academia, ubicada sobre la avenida Morelos, entre Rodríguez y Cepeda, practican hasta seis horas todos los días de la semana, "aquí no sabemos si es domingo o día festivo", dice.
Sus espectáculos son garantía de calidad, y es que además de haber recorrido gran parte del país, han viajado a países como Alemania, Bélgica, Francia y recientemente Irlanda, tanto para perfeccionar sus actos, y como espectadores, y también como talleristas en convenciones internacionales.
Trabajo
Pueden presentarse en eventos privados, plazas comerciales, en compañías de otras ciudades, como el circo ruso de Monterrey, en museos e incluso en festivales.
Actividades
Los alumnos aprenden variantes de tiro, manipulación con clavas, equilibro, creación de trucos, creación de rutinas, y otras más sobre malabarismo.
"La gente a veces piensa que es sólo arrojar objetos, pero en realidad es muy extensa"
