Curiosos. Los niños de hoy tienen toda clase de información a un 'click' de distancia, por lo que necesitan cuidarlos.
Enrique tiene 12 años. A su corta edad, se muestra preocupado por lo que ocurre en el mundo, pues continuamente se entera de las noticias a través de las redes sociales.
Reconoce que ha observado todo tipo de imágenes violentas en internet, tanto en la red como en correos electrónicos que le reenvían sus amigos.
Dice que mucho lo ha aprendido a través del internet, pues cuando tiene alguna duda, sólo tiene que teclear para obtener miles de respuestas de lo que ha preguntado a sus padres, pero ellos contestaron con evasivas.
La internet, los videojuegos, los celulares, las redes sociales. Los niños de hoy se enfrentan a la comunicación constante, a la información inmediata y a la conexión global.
Los niños de hoy son diferentes porque se enfrentan a un entorno diferente al de antaño.
Cambios
Hace seis años, cuando Sandra Tovar, profesora de primaria, empezó a dar clases, sus niños estaban llenos de preguntas sobre el uso de las computadoras, mientras que hoy están totalmente relacionados con los aparatos y sus cuestionamientos van más allá de la propia clase.
"Los niños tienen muchas dudas, hoy son más curiosos, quieren saber todo y pueden hacerlo gracias al internet, entonces los padres deben ser muy concientes de todo esto, ellos ven anuncios en las páginas que visitan, entonces no se puede dejarles solos que investiguen", dice.
Expone que los papás muchas veces están muy ensimismados y no se dan cuenta del riesgo de que los niños tengan tan cerca toda la información, porque la tienen a sólo un click.
Para los niños de hoy, quien tiene mayor conocimiento de la tecnología manda, lo que puede representar un duro golpe a la autoridad, tanto de los padres como de los profesores, estas generaciones están familiarizadas con las nuevas tecnologías desde la cuna, por lo que es común escuchar de niños que crean programas, desde juegos hasta sofisticadas aplicaciones web.
Pensamiento
Fernando Buendía, psiquiatra, señala que el pensamiento de los menores de hoy ha cambiado, pues se impone el pensamiento lógico sobre las creencias y el pensamiento lineal.
"El niño actual está familiarizado con la comunicación, con las noticias, con las tendencias, aunque no siempre sean buenas o constructivas", explica.
En este sentido, dice que una de las responsabilidades, tanto de los profesores como de los padres es ser "depuradores" de la información que van a recibir los niños. "Es imposible abstraerlos, pero sí se puede moderar el acceso que ellos tengan a los medios electrónicos, de manera que la recepción de información sea sana, dirigida, objetiva, constructiva, y que no les genere expectativas falsas e irreales", indica.
Refiere que el fenómeno de la interconexión no solamente se traduce en una forma alterna de relacionarse socialmente, sino incluso es frecuente que se establezca lo que se conoce como el "bullying cibernético", donde los niños sufren de verdaderas vejaciones sin ser tocados.
Ello deriva en abandono escolar, trastorno depresivo, entre otros problemas.
Sin restricción
Pese a que algunas de las redes sociales establecen para su uso una edad límite de 12 años, los más pequeños no tienen ninguna limitante para acceder a ellas.
Los niños de antaño crecían de forma más "silvestre", advierte el psiquiatra, más desinformados, abstraídos del mundo y no tan cercanos a las problemáticas globales. Sin embargo, esto contribuía a que los menores fueran, en cierta medida, "más felices". Los niños de hoy presentan patologías que anteriormente eran propias de los adultos, como la depresión.
Además de que los pequeños tienen preocupaciones excesivas de temas que no se supone que deban preocuparles.
En general, se trata de niños más precoces en todos los sentidos. De acuerdo con el Centro de Integración Juvenil, anteriormente los jóvenes se iniciaban en las drogas alrededor de los 15 años, pero ahora se han llegado a atender casos de niños de ocho años con problemas de adicciones.
La exposición a tanta información no siempre es lo mejor para una mente que aún no alcanza la madurez, y menos aún cuando se trata de menores que pasan la tarde solos. En la Comarca Lagunera, se han registrado suicidios de niños con 12 años de edad, algo que hace años hubiera parecido inconcebible.
Competencia
Los videojuegos son un componente esencial en las familias de hoy, la mayoría de los niños tienen en su casa al menos una consola, quizá más, y es algo que captura durante mucho tiempo su atención. "Los videojuegos están diseñados para hacerse adictivos, van directamente al centro de la recompensa, lo que hace que los muchachos busquen más jugar, es una ventana al consumismo", expone.
Por otra parte, los estudios indican que los niños actuales son interactivos. Y a pesar de la apatía que caracteriza en cierta manera a la juventud, los niños frente a los videojuegos quieren superarse, aprender los trucos, resolver los problemas que se les plantean y buscar soluciones inteligentes. Cada pantalla nueva a la que se enfrentan es un desafío que los niños asumen, buscando la forma de sortear las dificultades a las que se ve expuesto su personaje de turno.
Comunicación
Los teléfonos celulares inteligentes hoy están al alcance de los más pequeños y son una puerta a la comunicación inmediata, global y continua.
Pero no se limitan a ser distractores de los niños, los padres, los hermanos mayores, la familia en general es víctima de esta comunicación a distancia, que limita la comunicación interpersonal, por lo que en algunos hogares se ha llegado al extremo de prohibir los celulares a la hora de comer o en las reuniones.
A lo básico
Educar a niños que superan a los padres en el aspecto tecnológico no es fácil, y menos cuando los papás también han optado por estructuras familiares más relajadas, donde incluso confunden su papel de ser padres con ser amigos de sus hijos.
Buendía considera que las familias necesitan regresar a lo básico, a lo simple, a buscar más espacios de convivencia, reuniones en el hogar, a fin de revertir el alejamiento que implican las nuevas tecnologías.
En este sentido, los padres tienen obligaciones fundamentales que no pueden dejar de lado, como brindar al niño la seguridad física y emocional, por lo que ambos deben asumir el rol que les corresponde y ponerse de acuerdo en cuanto a las sanciones y recompensas que apliquen, así como las reglas del hogar.