Dijo. El obispo de la Diócesis de Gómez, J.Guadalupe Torres asegura que la Iglesia puede no estar de acuerdo, pero no relega a nadie.
Los hijos que por adopción fuesen otorgados a padres homosexuales también son hijos de Dios y recibirán los sacramentos de la Iglesia Católica, pese a que ésta última no conciba la unión entre personas del mismo sexo como una posibilidad para formar una familia, así lo expresó el obispo de la Diócesis de Gómez Palacio José Guadalupe Torres Campos.
"Sabemos cual es la doctrina de la Iglesia y hay que apegarnos al magisterio, aunque los niños se pueden bautizar, eso no es ningún problema", dijo el obispo.
La interrogante respecto a la postura de la Diócesis entorno al tema surge luego de que el Congreso del Estado de Coahuila eliminó las trabas legales que impedían que parejas del mismo sexo adoptaran hijos o compartieran la patria potestad y la posibilidad de que en Durango se realicen cambios similares.
"Tenemos que trabajar en favor de la familia que es prioridad, pero hablamos de la familia en la forma como la concibe la Iglesia que es papá, mamá e hijos", dijo el obispo.
El obispo dijo que la Diócesis de Gómez Palacio se apegará siempre a las normas de la Iglesia independientemente de los cambios que en materia legal realicen los gobiernos.
No obstante, dijo que ninguna persona es relegada de la Iglesia Católica.
"Nadie es relegado de la Iglesia, todos son bienvenidos y aceptados", acotó el obispo, quien adelantó que posteriormente la Diócesis hará saber de manera oficial su postura respecto a estos cambios.
En Coahuila el Artículo 385-7 que se encontraba dentro del capítulo que establece los alcances del Pacto Civil de Solidaridad fue eliminado. Decía: "Los compañeros civiles del mismo sexo no podrán realizar adopciones en forma conjunta ni individual. No podrán compartir o encomendar la patria potestad o guardia y custodia de los hijos menores del otro". En Coahuila ya se registró a una menor con dos mamás el 25 de junio.