El técnico de la selección nacional justificó sus movimientos. (El Universal)
La situación se complica en el estadio Castelao, de Brasil. México defiende su magra ventaja ante la embestida holandesa, aferrada al empate de cualquier forma...
Mas algo pasa con el equipo nacional. Dramáticamente pierde el balón y la posesión en el campo, también la esencia con la que se había manejado durante toda la Copa del Mundo.
Miguel Herrera, tan vanagloriado por su estilo 100% ofensivo... ¿se traiciona a sí mismo?
El mismo "Piojo" Miguel Herrera lo niega rotundamente.
"Echar al equipo para atrás, ¡nunca!", responde seguro de sí mismo, convencido de que en sus decisiones, siempre hubo la intención de promover el juego y nunca abogar por la mínima ventaja.
"¿Me traicioné? Pues, ¿en qué momento metí un central, en qué momento metí a un doble contención o a un jugador que no era el idóneo para pensar en que yo los tiré para atrás?", cuestiona el polémico estratega. "No mandé a echarnos para atrás", precisa contundente.
Herrera explica a detalle lo que experimenta en esos minutos de desventura futbolística, durante la agonía del choque contra la Naranja Mecánica, que parecían resueltos después de 88 minutos.
"Metí a un ofensivo (Hernández, 75') y a un extremo derecho (Aquino, 65'). En ningún momento pensé en tirar al equipo atrás", justifica. "Quisimos llegar por los costados aprovechando que ellos pusieron un central en la lateral, por la banda. Si la agarra Aquino, tiene a un central por fuera y se lo lleva, y lo hizo, llegó, centró... aunque las decisiones finales no fueron las adecuadas", dice.