Campaña. Michelle Obama pide en sus cuentas de redes sociales la liberación de las niñas en Nigeria. (WEB)
Extremistas islámicos que han desatado la indignación internacional por el secuestro de más de 270 escolares nigerianas abrieron fuego contra un bullicioso mercado, lo que dejó cientos de muertos en un nuevo brote de violencia en el noreste del país.
El ataque agudiza la creciente crisis de Nigeria a consecuencia de una campaña de atentados con bomba, masacres y secuestros librada por la red terrorista Boko Haram en su campaña para imponer un estado islámico en el país más poblado de Africa.
Hasta 300 personas fueron asesinadas en el ataque el lunes por la noche contra el pueblo de Gamboru Ngala en la frontera nigeriana con Camerún. Los extremistas abrieron fuego sobre un mercado lleno de compradores que aprovechaban las temperaturas más frescas de la noche en esta región semidesértica, y luego arrasaron el poblado durante 12 horas, prendiendo fuego a las casas y baleando a los que intentaban escapar.
Mohamed Bulaba, comisionado de Información del estado de Borno, confirmó el ataque y los cientos de muertos en una entrevista telefónica.
El senador federal nigeriano Ahmed Zannah culpó a los combatientes de Boko Haram, que se ha adjudicado la responsabilidad por el secuestro el 15 de abril de 276 adolescentes del internado donde estudiaban en Chibok, en el estado nororiental de Borno. Los insurgentes amenazaron con vender a las jovencitas como esclavas en un video que se difundió.
La indignación por la desaparición de las jóvenes y el fracaso del gobierno en recuperarlas derivó en que los enfurecidos nigerianos salieran a las calles a protestar esta semana, una situación bochornosa para el gobierno del presidente Goodluck Jonathan. La primera dama de Estados Unidos se unió a las campañas de las redes sociales.