La niña Jersey Vargas, quien expuso al Papa Francisco la situación de las familias inmigrantes separadas en Estados Unidos, viajará a Washington para pedir a los legisladores una reforma migratoria. (Archivo)
La niña Jersey Vargas, quien expuso al Papa Francisco la situación de las familias inmigrantes separadas en Estados Unidos, viajará a Washington para pedir a los legisladores una reforma migratoria.
Jersey viajó hace unas semanas al Vaticano y logró saludar al Papa, a quien le pidió su ayuda para miles de niños con padres indocumentados en Estados Unidos.
La menor visitará ahora Washington DC acompañada por sus padres y representantes de la Coalición por los Derechos Humanos de Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA, por sus siglas en ingles).
Jersey estará del 15 al 20 de junio en Washington DC, en donde buscará hablar con el presidente estadunidense Barack Obama y con miembros del Congreso, anunciaron activistas.
“Solo quiero pedirle que hagan algo por la reforma migratoria y al presidente Obama que piense qué haría si lo separan de sus hijas, como a miles de niños en este país”, comentó Jersey.
Mientras Jersey estaba en El Vaticano, su padre Mario Vargas fue detenido por conducir sin licencia y estaba en proceso de deportación en Nueva Orleans, luego fue liberado y se reunió con su familia.
Originario de Toluca, en el estados de México, Mario Vargas tiene más de 10 años de radicar en Estados Unidos, donde nacieron sus hijos.
Durante el tiempo que Vargas estuvo detenido, su esposa Lola, se dedicó a vender tamales y a limpiar casas en Los Angeles para sobrevivir junto a sus cinco hijos.
En su viaje a Washington, D.C. Jersey entregará pañuelos blancos bordados por su madre con la leyenda "11 millones", junto al nombre del congresista que visitará. Los 11 millones representan a los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
"Estamos invitando a todos, en especial a los estudiantes, a que cuelguen de sus mochilas pañuelos blancos en señal de que necesitamos una reforma migratoria", dijo Lola Vargas.
El tiempo para la aprobación de una posible reforma migratoria este año en el Congreso estadunidense se ha reducido y se prevé que la espera aún podría prolongarse.
El presidente Obama es acusado por organizaciones pro inmigrantes de permitir la deportación de más de dos millones de indocumentados en los últimos cinco años.
