Intensidad. Estudiantes salen de un centro comercial luego de saquearlo para alimentar a sus seguidores.
Guerrero amaneció ayer oficialmente sin gobernador, después de que el Congreso local aceptara esta madrugada la renuncia de Ángel Aguirre a dirigir un estado cuyos habitantes no pueden olvidar que 43 jóvenes permanecen desaparecidos desde hace un mes.
Aún con la ausencia de Aguirre, la violencia y el descontrol persisten, en resumen, no baja la tensión, a pesar de que el asunto era una de las principales demandas de los familiares de los desaparecidos.
Los diputados de Guerrero citaron a una nueva sesión para el próximo martes, en la que se decidirá quién será el sucesor del ahora exgobernador.
Mientras, los estudiantes conocidos como "ayotzinapos" recordaban que no piensan parar un solo día su lucha y sus protestas por la desaparición de sus compañeros.
Los jóvenes, con los rostros cubiertos con máscaras y pañuelos y acompañados de estudiantes de otras escuelas, saquearon al menos dos supermercados en Chilpancingo, causando pequeños destrozos, hasta que la policía blindó los establecimientos y regresaron a su cuartel general.
Parte de lo robado lo regalaron a los vecinos del municipio y el resto lo llevaron a la escuela, donde las familias de los desaparecidos esperan noticias de sus hijos y avances en la búsqueda por parte de las autoridades.
En las marchas y acciones de protesta, que han ido en aumento mientras menos resultados ofrecen las autoridades, participan cada vez más estudiantes de otras escuelas y universidades, maestros de otros estados, ciudadanos y familiares de los desaparecidos.
Por su parte, las organizaciones que forman parte de la llamada Asamblea Nacional Popular anunciaron que radicalizarán sus protestas para presionar a las autoridades a regresar con vida a los 43 estudiantes desaparecidos hace casi un mes.
En particular acordaron tomar los aeropuertos de Acapulco y de Ciudad de México y bloquear las carreteras en Chilpancingo.