Todas las cosas llegan a su final. La preciosa libertad de ir por toda la ciudad de México en automóvil comienza a perderse con la paulatina conversión en peatonales de más calles en el centro de la ciudad de México. Como en muchas ciudades del mundo, la necesidad de entregar los espacios a los viandantes irá sintiéndose más y más. Los comerciantes que ven subir sus ventas mucho los agradecen, también miles de vendedores ambulantes.
3.5 millones de vehículos de todo tipo circulan en las calles de la ciudad de México cuyos 20 millones de habitantes compran unos 100,000 autos al año. Somos de los primero15 países que compran autos en el mundo. La fluidez que alguna vez hubo en el tránsito no regresará. Compartimos la misma suerte de los que viven en Bombay, Sao Paolo o Hong Kong.
[*1] La decisión está tomada y la nueva versión del Programa Hoy No Circula para la ciudad conurbada de México dispone, que los autos hasta de 8 años de edad pueden circular todos los días y los de mayor edad, hasta 15 años, dejen de hacerlo un día a la semana y un sábado al mes. Los autos mayores de 15 no circularán, dos sábados. Están exentos los vehículos calificados de servicio público y los "clásicos" registrados como tales. La verificación periódica no se exige ni a los autos muy nuevos e irónicamente tampoco a los muy antiguos.
El gobierno del DF cree que unos 560,000 vehículos, es decir el 32% del parque vehicular, dejarán de circular diariamente por virtud del Programa No Circula. El 30% de los viajes en el DF se hacen en automóviles particulares.
No hay intención ciertamente de restringir la compra de autos. Los analistas, incluso, prevén un ligero aumento en la venta de autos porque parece que todos queremos tener uno aunque sea para sufrir las esperas en las calles o el periférico y elevar nuestras tensiones. Nada quiere privarse de la sensación de poder e independencia que da un auto aunque para ello tenga que pagar más por un auto eléctrico o híibrido.
No es posible creer que la ciudad continúe como está sin una gran red de transporte público que alivie la carga vehicular. Al lado de los "trolleybuses" el Metrobús es la novedad tomada del que existe en Bogotá. Tiene 192 estaciones con 12 Líneas. El Metro recorre 225.9 quilómetros transportando diariamente 7.6 millones diarios de pasajeros. Pese al fiasco de su Línea 12, hay planes para extender sus líneas ligándolas con el tren rápido a Toluca y el tren ligero a Xochimilco. Todavía existen cientos de rutas de minibuses que atraviesan la ciudad y que irán sustituyéndose con unidades híbridas al perfeccionarse la calidad del transporte público.
El Programa Hoy No Circula es una advertencia de reformas mucho más hondas que tendrán que instrumentarse lo antes posible. La contaminación atmosférica, bastante controlada con el sistema de medición que ya funcionan, es sólo uno de los problemas de la capital de la República. Después de 20 años del programa de restringir la circulación, el DF ya no es de las ciudades más contaminadas del mundo; más lo están las ciudades fronterizas que reciben autos usados de importación.
Lo que los capitalinos tenemos que irnos acostumbrando es a otras restricciones que tendrán que imponerse a la circulación dentro de la ciudad. Como sucede con otras megalópolis, como Londres, París, Roma. México llegará más pronto que tarde a limitar la circulación pagando una cuota específica para transitar en el centro mediante una identificación que lo autorice.
El cierre de ciertas zonas al tráfico de automóviles privados será indispensable para asegurar el acceso a los centros comerciales, edificios públicos o lugares de interés cultural o turístico. El crecimiento de la ciudad de más de 20 millones de habitantes así lo demanda. Pretender solucionar una creciente urgencia de estacionamientos con edificios o subterráneos es sustraer espacios de otros fines socialmente más deseables.
Es necesario que la autoridad limite la compra de automóviles producto de la compulsión que los armadores de autos alimentan. El aumento irracional de vehículos que acabará por colapsar la ciudad. No puede seguirse construyendo indefinidamente más viaductos, vías de segundo piso, periféricos y estacionamientos. La saturación nos ha alcanzado.
Los capitalinos invertimos en ir de un punto a otro de la ciudad hasta más de dos horas. La restricción para los automóviles no sólo es por ecología. Hace muchos años Abel Quesada describía al Periférico como un gran estacionamiento. Hoy, más ampliado, lo sigue siendo.
El Programa "Hoy No Circula" es anuncio de las medidas más extensas que nos esperan.
juliofelipefaesler@yahoo.com
