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Noche de paz

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

Dice el refrán que después de la tormenta viene la calma. En la superficialidad de estos días en los que el desenfreno y la catarsis nos mueve y nos agolpa aquí y allá en un caos vial que parece interminable, de pronto cesa porque dejamos de movernos, llega la noche del 24 de diciembre.

Para la mayoría de nosotros se trata de una noche muy especial, que puede tener o no motivos religiosos, pero que nos da la oportunidad de para socializar y fortalecer los vínculos familiares y de amistad. Quizá por eso le llaman también la noche buena.

Desde luego, para otros es la oportunidad de cumplir con la tarea de lograr el primer pico en el consumo de alimentos y bebidas que tiene el maratón de Lupe-Reyes, el otro es el día último del año, pero en general, las cosas son moderadas, y se aprovecha el día para preparar una cena llena de platillos laguneros como los infaltables tamales y los riquísimos buñuelos. A lo mejor no están de acuerdo conmigo en lo de platillos laguneros, pero créanme, en esta región los tamales y los buñuelos tienen su propio encanto.

En la noche buena ocurren cosas mágicas, la paz que se siente en todos lados ocasiona una bajada en el egoísmo que comúnmente nos caracteriza, surge el deseo consciente de beneficiar a los demás, esto es, la moral y la ética de la virtud se hacen presentes.

El espíritu de reverencia es quizás una de las actitudes que más podemos destacar en esta noche. Esta reverencia puede ser a dios, al universo, a la naturaleza o a todos ellos, lo cual inevitablemente nos lleva a pensar en la insensatez de algunos sobre la "conquista" de la naturaleza, que se expresa localmente en aquella frase de "vencimos al desierto".

La socialización y la cooperación también se hacen presentes en estas horas fabulosas de la noche más pacifica del año, las cuales son parte fundamental de la vida comunitaria, que permite lograr con éxito el objetivo o interés común del grupo en la reunión, pasársela bien y por qué no, hasta lograr un momento feliz. Además, no hay nada ni nadie que obligue a los integrantes del grupo a que cooperen con los demás, lo cual confirma el hecho de que es el bienestar de todos lo que se busca.

Esto no puede soslayarse, muchos de los problemas que actualmente padecemos se deben precisamente a la ausencia de la cooperación. Por ejemplo, dice Colin Tudge: "si construimos sociedades en las que la riqueza sea ilimitada, en muy poco tiempo algunos serán muy ricos mientras que el resto será más pobre, y, si todo el mundo se esfuerza por enriquecerse al máximo, la sociedad pierde el compañerismo, se vuelve despiadada y, en poco tiempo, agota sus recursos y se desmorona". Si por el contrario nuestra sociedad fuera cooperadora entonces todos estaríamos mejor y todos ganaríamos.

La noche de paz es una invitación a vivir con libertad y alegría, a conocer más a mi interlocutor. En 1997, en Paris, Francia, el Director General de la UNESCO hizo una declaración sobre el derecho humano a la paz, estos son algunos de sus conceptos y reflexiones: "La paz duradera es premisa y requisito para el ejercicio de todos los derechos y deberes humanos. No la paz del silencio, de los hombres y mujeres silenciosos, silenciados. La paz de la libertad - y por tanto de leyes justas -, de la alegría, de la igualdad, de la solidaridad, donde todos los ciudadanos cuentan, conviven, comparten"…"Paz, desarrollo y democracia forman un triángulo interactivo. Los tres se requieren mutuamente. Sin democracia no hay desarrollo duradero: las disparidades se hacen insostenibles y se desemboca en la imposición y el dominio."

"No basta con la denuncia. Es tiempo de acción. No basta con conocer, escandalizados, el número de niños explotados sexual o laboralmente, el número de refugiados o de hambrientos. Se trata de reaccionar, cada uno en la medida de sus posibilidades. No hay que contemplar solamente lo que hace el gobierno. Tenemos que desprendernos de una parte de "lo nuestro". Hay que dar. Hay que darse. No imponer más modelos de desarrollo ni de vida. El derecho a la paz, a vivir en paz, implica cesar en la creencia de que unos son los virtuosos y acertados, y otros los errados; unos los generosos en todo y otros los menesterosos en todo."

Extendamos esta noche buena, esta noche de paz, a todas las noches de nuestra vida. Que tengan una hermosa noche de paz, en compañía de todos sus seres queridos.

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