El Gobierno de Costa Rica afirmó hoy sentirse privilegiado tras el anuncio de la Unesco de declarar como patrimonio cultural de la humanidad las esferas de piedra precolombinas, únicas en el mundo y elaboradas por el pueblo indígena con fines astronómicos, sociales y artísticos.
"Es un privilegio contar con unas esferas patrimonio de la humanidad. La ventaja que nos da esta designación es convertir a ese patrimonio en un instrumento de desarrollo para la zona", explicó en una conferencia de prensa el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.
Se trata de cuatro sitios arqueológicos ubicados en la zona sur que son representativos de las culturas cacicales precolombinas que tuvieron su apogeo entre los años 300 y 1.500 d.C.
El sitio cuenta con esferas de 0,7 y 2,57 metros de diámetro cuya fabricación, utilización y significación siguen constituyendo en parte un misterio.
La peculiaridad de las esferas radica en la perfección de sus formas, así como la gran cantidad, el tamaño y la densidad de las mismas.
"Esta declaratoria nos obliga a revalorizar y repensar sobre nuestro pasado indígena. También asumimos una gran responsabilidad hacia la Unesco. Hoy se abre una nueva página, hay un antes y un después, ahora sigue hacer grandes proyectos alrededor no solo del pasado, sino presente y futuro", expresó la ministra costarricense de Cultura y Juventud, Elizabeth Fonseca.
Para las autoridades gubernamentales, que los sitios sean patrimonio de la humanidad va a representar un beneficio económico y social, ya que incidirá para que la zona se convierta en un destino turístico.
El ministro de Turismo, Wilhelm von Breymann, explicó que se debe impulsar la zona sur con componentes culturales y naturales, característicos de la cultura indígena, sus tradiciones, su gastronomía, entre otros.
El próximo reto del Gobierno es habilitar y acondicionar los sitios arqueológicos para que contengan senderos, accesibilidad universal e infraestructura adecuada.
El Museo Nacional tiene preparado un Plan de Gestión que consiste en cumplir con metas de conservación, investigación, gestión cultural, participación comunitaria, infraestructura y administración de los sitios que representará una inversión de 5 millones de dólares.
