Víctimas o usuarios de Comisión Federal de Electricidad (CFE); tal parece que esta dependencia ha implementado diferentes formas para obligar a los consumidores de energía a cambiar sus medidores por los nuevos que permiten a su vez las nuevas formas de cobro, del llamado pago por consumo adelantado y quién sabe cómo nos irá con estas nuevas prácticas obligatorias de la CFE…
Alrededor de las dos de la tarde del lunes 21 de septiembre llegué a mi casa en la colonia San Felipe y me percaté de inmediato que había una lámina tirada en la banqueta y un candado dorado en el medidor, también suelto. El servicio cortado, por supuesto. Me comuniqué al 071 y me dijeron que no tenían ningún reporte o notificación, incluso estaba consciente de que la fecha límite de pago era el 30 de septiembre, luego de insistir mucho a ese número me contestaron por fin para decirme que no había nada y que si quería saber qué pasaba tendría que acudir al departamento de Medición en Ramos Arizpe y Allende donde me indicaron que esperara al día siguiente para que subieran el reporte. Ese día me presenté en el lugar citado y me atendió un señor de apellido Martínez quien me dijo que me cortaron la luz porque habían alterado las manecillas, además de que los sellos estaban violentados, comentario absurdo pues vivo sola. Intervino en la conversación una persona que se negó a decir su nombre, sólo para indicar que ellos tienen el derecho de suspender el servicio si hay adeudo.
Luego de un buen rato desagradable me mandaron a las oficinas de la calzada México y después de ser parte de una larga fila de personas inconformes con el servicio tocó mi turno sólo para que la señorita me dijera que ella no podía hacer nada y que regresara al día siguiente con la gerente. Regresé como se me indicó a las once de la mañana y fue hasta las tres de la tarde, sí tres de la tarde cuando me atendieron. La gerente sin mediar palabra me dio una hoja de máquina con un escrito indicándome que tenía que pagar mil 708 pesos y con eso me darían un medidor nuevo -que no pedí-y así me reanudarían el servicio. Aunque le dije que vivía sola, ella aseguró que le habían movido a las manecillas y que los cobros anteriores fueron estimados en términos de CFE.
Me siento indignada e impotente pues estas personas no saben lo que es estar sin luz, que la comida se eche a perder y más cuando no hay otra empresa que ofrezca el servicio. El pasado miércoles me comuniqué a un programa radiofónico para presentar mi queja y preguntar qué puedo hacer. Me indicaron que hiciera cita con Mafud de la Defensa del Consumidor, y me dieron un número telefónico, pero tardaron dos días en contestarme y sólo para decirme que era difícil que lo localizara. Hoy cumplo siete días sin luz. Atentamente Diana.
Por Martín Chávez
