De nada le sirvió a Mary haber saludado al presidente Salinas de Gortari. Hoy solamente mantiene el recuerdo de aquel tiempo en que junto con un grupo de alumnos de primaria, los mejores promedios en las escuelas públicas de Coahuila, fue a México a estrechar la mano del mandatario nacional. Mary era entonces la mejor alumna de su institución y lógicamente sus padres fincaron enormes esperanzas y confianza en el futuro prometedor de su hija.
En uno de los muros de su casa cuelga el reconocimiento entregado por Salinas de Gortari a Mary, felicitándola por sus buenas calificaciones, pero todo quedó en eso. Mary no pudo terminar sus estudios profesionales por falta de recursos y eso transformó esta historia y esa vida en uno más de los talentos que se desperdician en nuestro país.
Hoy vive en el ejido Presa de Guadalupe y en ocasiones no puede evitar pensar en que pudo llegar mucho más lejos, con un mejor nivel de vida, pero el sistema fue uno de sus principales impedimentos. Considera Mary que del mismo Magisterio debería surgir la iniciativa de becar por toda la formación académica a los niños con los mejores promedios y que el sector productivo les echara la mirada desde temprana edad pues son esos talentos los que deben ser aprovechados para el buen desarrollo de nuestra nación.
Es bueno que los niños, alumnos de las escuelas públicas saluden al presidente de México como un gesto de reconocimiento por su inteligencia, pero definitivamente sería mucho mejor que se les brindara el respaldo para que por ningún motivo su formación académica fuera interrumpida como en el caso de Mary para quien no representaba ninguna dificultad desempeñarse con excelentes resultados en el salón de clases. El servicio educativo de ninguna manera es gratuito como se promueve en todas partes, no es cierto que el niño puede acceder a la escuela sin pagar las cuotas escolares fijadas por el grupo de padres de familia.
Cada vez que inicia el ciclo educativo se presentan los mismos problemas en los niveles de secundaria y preparatoria, sobre todo en esta última, donde no hay planteles públicos suficientes para atender la demanda y la universidad dejó de ser accesible. Mary recuerda que cuando fue a saludar al presidente, a su regreso se fincaba mil objetivos, tenía el propósito de terminar sus estudios con una carrera profesional, pero se topó con la realidad, para estudiar se necesita dinero.
Hoy la familia de Mary es víctima de los problemas sociales que padecen muchos mexicanos, el desempleo sobre todo, pues su esposo con muchas dificultades lleva el sostén a la casa luego de largas jornadas de trabajo. Mary también se las ve duras para dar educación a sus hijos. En aquel tiempo Mary realmente necesitaba de recursos para asistir a la escuela, pues desde una población rural le es más difícil a la persona cumplir sus deseos de ampliar sus conocimientos con la intención de mejorar su condición de vida y nivel económico.
Existe un grupo de profesores del medio rural que ya trabaja en la elaboración de una iniciativa o punto de acuerdo, no sé con precisión, pero la intención es que se respalde con becas a los mejores promedios de las escuelas públicas y que se forme algún comité u organismo para que constantemente esté en la búsqueda de talentos. Tal pretensión se llevará al Congreso de Coahuila en un primer intento y desde mi punto de vista, este tipo de temas supera en mucho a muchos casos que se analizan en esa tribuna y que definitivamente no tienen la importancia social que forzosamente se les pretende dar.
Por Martín Chávez