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Finalmente la máxima representación de la Secretaría de la Defensa Nacional decidió negarle la pensión vitalicia al niño Osvaldo Zamora Barragán, un menor que apenas comenzaba a vivir y a quien le estalló una granada de fragmentación cuando jugaba en un terreno de pastoreo a cielo abierto, lugar que los militares usaban como campo de tiro. Ni el hecho, ni la nota en la que se informa la decisión final de la Sedena, ocupan los encabezados de los medios de comunicación, no fue una noticia atractiva porque se trata solamente de la vida de un pequeño que vive en la comunidad de Petlalcingo, Puebla. Los padres del menor, gente humilde Bernardo Zamora y Paula Barragán, fueron enterados que el departamento jurídico de la Sedena sostiene que no hay argumento en la legislación vigente que permita otorgar la pensión vitalicia solicitada para su hijo, el pequeño Osvaldo, que cuenta con once años y que debido a la explosión perdió un antebrazo, un dedo, una pierna y un testículo. El caso se llevó al terreno de las discusiones, las controversias y alegatos. La Sedena no niega ser la responsable del accidente en el que resultó mutilado el niño, pero asume que no hay razón legal para la indemnización. Un ejercicio sencillo sería el siguiente. Por lo visto, la Sedena nunca avisó a nadie de las comunidades cercanas que el terreno era usado para prácticas de guerra lo que equivale a una grave irresponsabilidad, pues se utilizan artefactos de guerra reales, ¿ cómo demonios iba a saber este infante que pisaba terrenos extremadamente peligrosos ?, ¿ por qué un campo de pastoreo era utilizado como campo de tiro ?, ¿por qué se le da la espalda al niño y su familia?, familia que se atrevió a pedir audiencia con un alto mando del Ejército y recibió como respuesta que ellos solamente trataban con gente distinguida. Además le dieron como alternativa y a manera de consolación que había discapacitados trabajando en el aeropuerto lo que podía ser una opción para el niño. La defensa de la familia fue contundente… "mi hijo no nació discapacitado". El hecho refleja una sociedad carente de valores donde los que legislan en ocasiones anteponen cuestiones no tan importantes como la vida de un niño, temas como el permitir o no la unión entre dos personas del mismo sexo, aunque cuando una pareja que se atrae, hombres o mujeres, se une y no lo impide un papel con un montón de escritos que en las personas realmente tienen muy poca importancia y que ni siquiera se toman en cuenta. Porque los derechos de los niños no se toman como tema verdaderamente serio. El niño Osvaldo que a su escasa edad tenía ya fijados muchos objetivos y deseos como muchos niños que sueñan con ser futbolistas o beisbolistas, incluso soldados para defender nuestra patria y ofrecer seguridad y tranquilidad a quienes aquí vivimos, fue atendido en el Hospital Militar, ahora ya sin esas partes de su cuerpo que truncaron sus sueños. ¿Por qué ocurre esto ?En México ha iniciado una guerra más importante, creo yo, la única guerra que puede rescatar a México, "la guerra contra uno mismo", la que si se practica de manera seria y sin el autoengaño nos llevaría definitivamente a ser mejores, a entender a los demás, porque en el asunto de este niño se citan todas las leyes, menos las más importantes, irónicamente las que deben prevalecer para garantizar la paz social, la ley de la moral y de la lógica, la ley del amor al prójimo, la ley de la humildad y de la razón, la ley de la comprensión, aquella a la que conduce el ponerse en el lugar del ofendido.

Por Martín Chávez

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