Mejoría. La Normal de Ayotzinapa verá mejorados sus ingresos drásticamente.
Con una educación extracurricular de corte izquierdista, las 16 normales rurales del país comparten debilidades y fortalezas: sus estudiantes son de origen campesino, se ubican en zonas de alta marginación, las instalaciones de las escuelas son precarias y deben buscar financiamiento alterno para subsistir durante su internado, pero su vocación de servir va más allá del proceso de enseñanza-aprendizaje, pues también orientan y ayudan a sus alumnos, marcados también por la pobreza, para evitar que abandonen la escuela.
En una revisión que se realizó en las normales rurales se constató que los estudiantes buscan apoyos -principalmente vía boteo o intercambio de trabajos en el campo por comida-para concluir los estudios de licenciatura en educación primaria, principalmente, para después impartir clases en regiones ubicadas en la zona rural, donde se estima que hay más de nueve millones de niños en edad escolar.
Todos los planteles se han sumado -con diversas acciones- al reclamo de organizaciones sociales nacionales e internacionales, así como de la sociedad, de exigencia para que presenten con vida a los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos durante los hechos violentos del 26 y 27 de septiembre de este año en Iguala.
De acuerdo con la Federación de Estudiantes Campesinos de México (Fecam), los estados invierten un promedio de 70 pesos al día por alumno.
Omar García, integrante de este organismo, señaló que de acuerdo con los estudios que han realizado, los alumnos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, municipio de Tixtla, Guerrero, son los que reciben menos recursos, 50 pesos diarios aproximadamente, en contraste con las escuelas Plutarco Elías Calles en Durango y Lázaro Cárdenas en el Estado de México, con el mayor apoyo económico, de 85 pesos.
A raíz de la lo ocurrido en Guerrero, el Congreso de la Unión aprobó un presupuesto para 2015 que se distribuirá entre los 16 planteles a ejercer, de 400 millones de pesos, 50 millones de los cuales serán sólo para la escuela de Ayotzinapa.
Con ese presupuesto, el promedio diario por alumno será de 158 pesos al día en 15 normales rurales y de 262 pesos para los estudiantes de escuela de Guerrero.
Omar García denunció que los alumnos de las normales rurales han sido presionados para que dejen de apoyar al movimiento por los 43 desaparecidos; incluso, en algunos estados, como Sonora, los estudiantes les informaron que han recibido ofrecimientos de entregarles mayor presupuesto a cambio de que no participen en las movilizaciones.
Desde su perspectiva, eso es una trampa, "una maniobra desesperada de las autoridades locales, pues desde 2015 la federación se hará cargo del presupuesto".
DEBILIDADES Y FORTALEZAS
De acuerdo con información del Sistema de Información Básica de la Educación Normal (SIBEN), dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el país hay más de 450 escuelas normales de diferentes tipos, desde bilingües, urbanas y hasta rurales; de estas últimas sólo hay 16, con un matrícula de 6 mil 575 alumnos, según el reporte hasta diciembre de 2013.
Una de las características de las normales rurales es que los alumnos estudian en un sistema de internado; 10 escuelas son para hombres, cuatro para mujeres y dos mixtas. Cada año egresan unos mil 500 estudiantes, pero no todos obtienen una plaza, lo cual también ha sido motivo de inconformidad de los normalistas, quienes piden más espacios para dar clases.
Alejandro Ocampo Almazán, director de la Carrera de Comunicación Social del Tecnológico de Monterrey, campus Estado de México, señala que entre las fortalezas y debilidades destaca que estas escuelas han quedado rezagadas del sistema educativo, en lo que se refiere a infraestructura, plazas y hasta en el sistema de formación.
El especialista en educación destacó que en las décadas de los 80 y 90, las autoridades le dieron prioridad al sistema educativo a nivel urbano, pero quedó en el rezago el rural, por lo que los maestros aluden que otorgan estudios relativamente caducos, con infraestructura insuficiente, tanto en término de plazas como de espacios físicos.
Además, al comentar otra debilidad, dice que "tristemente las normales rurales, en general, se han convertido en botines políticos para ciertos grupos caciquiles, desde sindicatos hasta partidos políticos; en las ciudades es visible, pero donde ha generado un coctel molotov muy lamentable es en las partes rurales".
De las virtudes, destaca la vocación por el servicio. "La gran fortaleza es la vocación; en muy pocos grupos sociales se ve una gran vocación como en los maestros rurales, luego tardan varios meses en pagarles, y con pocos recursos hacen maravillas; entienden su función como una labor para ayudar".
LAS ESCUELAS
En cada uno de los 16 internados la historia se repite: hacinamiento, falta de alimentos -según reportan estudiantes en algunas escuelas, el presupuesto sólo alcanza para una comida al día-, baños rotos, falta de agua, dormitorios insuficientes, marginación.
La Normal Rural de Tenería, en Tenancingo, Estado de México, evidencia en sus instalaciones las más de ocho décadas de existencia: sus cuatro dormitorios están construidos con adobe y láminas que se caen a pedazos, su sistema de drenaje está colapsado, los pasillos, jardines y otras instalaciones están abandonadas, sin considerar la insuficiencia presupuestal.
Aseguran que el dinero no alcanza, por lo que continuamente abandonan la escuela para realizar todo tipo de "gestiones", como ellos llaman, para obtener presupuesto adicional o apoyo material o incluso comida, ya sea "boteando", intercambiando comida por trabajo o viceversa con la comunidad cercana o sus vecinos, campesinos tan pobres como ellos, los alumnos sobreviven al hambre y a la miseria. Esa estrategia la repiten las otras 15 normales rurales.
En Hecelchakan, Campeche, los estudiantes de la Justo Sierra Méndez admiten la influencia hacia grupos de izquierda y al socialismo -como en el resto de los planteles-; en Morelos y Tlaxcala se observa en las paredes y pasillos imágenes de íconos revolucionarios como "El Che" Guevara, Carlos Marx, Emiliano Zapata, una hoz y un martillo; la disciplina extracurricular en los comités estudiantiles es marxista-leninista, para alcanzar el bien común. "La ideología es de corte socialista porque queremos que sea una igualdad para todos", dice un alumno.
Mientras que en Chihuahua, el ombudsman estatal José Luis Armendáriz, declaró que este internado -de mujeres-es un riesgo constante, por lo que emitió una recomendación en septiembre pasado ante las denuncias de abusos físicos, psicológicos e incluso sexuales que presuntamente se cometen en el internado.
LA RECONSTRUCCIÓN
Las escuelas normales rurales nacieron en la década de 20, a iniciativa de José Vasconcelos, con el objetivo de alfabetizar a la población en el campo. En 1926 se diseñó un plan de estudios y en 1927 se decretó que serían internados, donde los alumnos tendrían becas.
Al paso del tiempo, los planes de estudio y el número de escuelas han variado y también en diversos momentos las autoridades han intentado desaparecer este sistema.
La Escuela Regional Campesina de Acámbaro fue la primera en abrir, en 1922, y la más joven es la Escuela Normal Rural Emiliano Zapata, en Amilcingo, Morelos, en la década de los 70.
Las más reciente en cerrar fue la Escuela Normal Rural Luis Villarreal, en El Mexe, Hidalgo, tras diversos conflictos estudiantiles a principios de este siglo, incluido el enfrentamiento con policías que fueron casi linchados cuando intentaron desalojar el plantel; ahora es una universidad politécnica.
La mayoría de las escuelas rurales ha protagonizado diversos eventos estudiantiles, incluso han concluido en actos violentos, como los ocurridos en 2011 en Ayotzinapa, cuando murieron dos estudiantes al ser alcanzados por el fuego cruzado de policías ministeriales y federales, que estaban sobre la Autopista del Sol, al sur de Chilpancingo para desalojar a los alumnos que protestaban para exigir clases, pues sus maestros mantenían un paro.
De acuerdo con Omar García, miembro de la Fecam, el gobierno federal contuvo por el momento su intención de cerrar las escuelas hasta que se resuelva el conflicto por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa; después de ello, los normalistas se sentarán con las autoridades para negociar la reestructuración, mas no la desaparición de los internados.
El especialista Alejandro Ocampo Almazán coincidió en que no deben desaparecer, pero sí es necesario reestructurar el sistema. "Se debe garantizar la calidad en la educación; es un tanto idílico, pero se podría retomar el modelo noruego, que implica, primero, para entrar a una normal, una selección muy profunda de personas y, segunda, que el profesor que está frente al grupo también sea evaluado, pues no se trata de generar máquinas de desempleados".
Además, dijo, el hecho de que una persona entre en un normal debería garantizarle estar en una selección final, "pero de ninguna manera garantizarle una plaza definitiva, la plaza se tiene que concursar para que estén los mejores. El proceso educativo es tan importante que no podemos dejárselo a una persona que no esté preparada lo suficiente en términos de habilidades y conocimiento o que no tenga la vocación suficiente para estar al frente de un grupo".
Con información de Teresa Montaño, Yazmín Rodríguez, Fredy Martín Pérez, Luis Fierro, Amalia Escobar, Raúl Torres, Dalia Martínez, Justino Miranda, Lupita Thomas, Édgar Ávila, Julio Loya e Irma Mejía.

PESOS
Diarios reciben los normalistas de la Isidro Burgos de Ayotzinapa.
MILLONES
De pesos recibirán de presupuesto las 16 Normales rurales.
PESOS
Diarios recibirán los alumnos de 15 rurales a partir de 2015.