El mijo es otro de los cereales muy benéfico para el consumo humano.
A pesar de presentar un contenido nutricional, buena parte de la producción mundial de mijo se utiliza como cultivo protector de otros cereales o del suelo, como forraje, alimento para aves o para producir etanol para los autos. Los cereales son la base de las pirámides alimenticias propuestas por las instituciones en la mayor parte de los países y la conveniencia de consumir siempre los granos integrales.
Sobre sus propiedades se añade que el mijo contiene un 11% de proteínas, más que trigo, arroz o maíz, siendo más alto su contenido en lisina así como en metionina y cistina. Es un cereal muy energético, junto con la avena, con más de un 65% de contenido en hidratos de carbono, proporcionando 350 calorías, aproximadamente, por cada 100g. Contiene más de un 3% de grasas, de las cuales el 4% está presente en forma de ácido linoleico. Es un cereal muy rico en hierro y en magnesio. Un consumo de 60 gramos de mijo aporta el 40% de las necesidades diarias de hierro y el 30% de magnesio. Contiene cantidades de otros minerales como calcio, fósforo, potasio, sodio, cinc y manganeso. Su contenido en magnesio contribuye a la absorción del calcio.
Por lo que se refiere a las vitaminas, el mijo presenta un contenido muy bajo en vitamina B3, lo que puede ser un problema si la dieta se basa en exclusiva en este cereal pero es un tanto irrelevante si la dieta incluye otros tipos como arroz, trigo o avena. Su contenido en vitaminas B1, B2 y B9, por contra, es mucho mayor que el de otros cereales. El mijo no contiene gluten, aunque tiene poder aglutinante. No es panificable, pero se utiliza para tortas o budines. Por su alto contenido en hierro es recomendable en casos de anemia, calambres musculares, debilidad o en mujeres embarazadas.
El ácido silícico presente en el mijo ayuda a estimular el esmalte dental, cabello, uñas, piel y el tono intestinal.
Dentro de la medicina natural se considera al mijo un alimento anti-estrés, vitalizante, diurético y digestivo así como adecuado para el funcionamiento del bazo, estómago o páncreas.
El mijo es un cereal de pequeños granos, de un característico color amarillo pajizo. El grano de mijo es muy rico en almidón y uno de los alimentos más ricos en sustancias minerales como el hierro, el magnesio, el fósforo y el silicio. Contiene además vitaminas de los grupos A y B. Se considera que el mijo engorda menos que el trigo y que tiene menos poder calórico que la avena. Este grano es fácil de digerir, posee considerable contenido de lecitina y colina.
Es recomendable que se use el mijo orgánico, si no es así, antes de usar el mijo es necesario lavarlo cuidadosamente con agua fría, se debe enjuagar varias veces hasta que el agua quede libre de polvo y de los residuos que la enturbian. Después de varios lavados se puede colar y dejar que se escurra adecuadamente.
Verduras con mijo. 4 porciones. Ingredientes: 300 gr. de mijo. 1 cebolla. 2 zanahorias. 1/2 tallo de apio. 1 calabacín. Surtido de verduras al gusto. 1 ramito de perejil. Gomasio. Aceite de oliva. Sal y pimienta. Para decorar hojas de perejil y hierbabuena.
1. Lavar las verduras. 2. Cortar la cebolla, las zanahorias y el calabacín en tiras finas. El apio en trocitos. 3. Poner las verduras en la olla con un poco de aceite de oliva por este orden: comience por la cebolla, luego agregue el apio, el laurel, las zanahorias y luego el resto de verduras, excepto el calabacín que se incorporará tras unos minutos de cocción de las otras verduras. 4. Saltear todo con la llama muy alta, removiendo con una cuchara de madera para evitar que se pequen al fondo de la olla y se quemen. 5. Agregar el mijo lavado y escurrido. 6. Mezclarlo con las verduras, tostarlo ligeramente y añadir el agua necesaria (aproximadamente el doble del volumen del mijo), que habrá llevado a punto de ebullición aparte; deje que de un hervor con la llama alta, añada la sal, tape la olla y déjelo cocer a fuego lento (unos 20 minutos aproximadamente) no es necesario removerlo. 7. Poco antes de retirarlo del fuego, cuando esté casi cocido, agregue el perejil picado, espolvoréelo con gomasio y rectifique el punto de sal. 8. Antes de servirlo dejarlo en reposo fuera del fuego durante algún tiempo, de manera que termine de inflarse y, si es el caso, de absorber el agua en exceso.