La semilla de sésamo o ajonjolí es uno de los cultivos más antiguos de la humanidad, pues ya desde la antigua Grecia se conocían sus propiedades curativas. Constituye un alimento tradicional, ya que fortalece el sistema nervioso, por lo que está recomendado para el agotamiento, el estrés e insomnio, también para estados carenciales como osteoporosis, debilidad ósea, pérdida del cabello, caries, encogimiento de las encías y debilidad pulmonar, entre otras.
El sésamo o ajonjolí tiene las siguientes propiedades: Alimento de gran calidad, alcalinizante de la sangre, energético, mineralizante, reconstituyente muscular y nervioso, potenciador de la memoria y facultades intelectuales, es protector circulatorio y laxante.
Las semillas de sésamo poseen una cantidad elevada de proteínas, además de ser ricas en metionina, un aminoácido esencial. Las grasas que contiene son "grasas buenas", es decir, insaturadas. Éstas, junto a la también presente lecitina, convierten a las semillas en un alimento que contribuye a reducir los niveles de colesterol sanguíneo, son una fuente importante de diferentes minerales como calcio, que beneficia la formación de huesos y dientes; el zinc, mineral que participa en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas; y el hierro. La semilla de sésamo tiene buenas cantidades de fibra, por su consumo resulta beneficiosa para regular la función intestinal.
El sésamo se utiliza para estados carenciales como osteoporosis, debilidad ósea, pérdida del cabello, caries, encogimiento de las encías y debilidad pulmonar; para problemas nerviosos como agotamiento, estrés, pérdida de memoria, depresión, irritabilidad, insomnio; es excelente complemento nutritivo para personas sometidas a gran actividad mental o intelectual; ayuda a soportar exigencias físicas como prácticas deportivas, embarazo, lactancia o períodos de convalecencia; como afrodisíaco, ayuda a mantener la capacidad sexual; para problemas circulatorios, ayuda a disminuir el colesterol en sangre lo hace indicado en arterioesclerosis, prevención de infarto de miocardio y de trombosis arterial; también en casos de hemorroides y para irregularidades menstruales (amenorrea y dismenorrea).
Debido a sus lignanos: Incrementa en los tejidos los niveles de vitamina E del tipo gamma tocoferol, que tal vez sea la forma más importante de vitamina E. Esta vitamina es antioxidante, son antiinflamatorios y potencian la efectividad de los ácidos grasos omega 3., ayuda a reducir grasa corporal en tanto potencian la oxidación de grasas en el hígado.
Del sésamo o ajonjolí, no han sido descritas contraindicaciones, salvo en aquellas personas que experimenten alergia al mismo o a alguno de sus componentes.
Por otro lado, como ocurre con otras semillas, el abuso de semillas de sésamo o ajonjolí puede ocasionar trastornos gastrointestinales diversos.
Además, el aceite de sésamo tiene propiedades laxantes y por ello no se debe consumir en caso de diarrea.
Hay personas alérgicas al sésamo. El aceite de sésamo debería estar purificado y carecer de las proteínas que producen esta alergia. Por ello, el aceite de sésamo purificado puro no debería causar ningún tipo de alergia. Sin embargo, es muy difícil asegurar la total purificación de este aceite, por lo que su uso no se recomienda en personas alérgicas al sésamo u a otros alimentos como cacahuates, kiwis, semillas de amapola, avellanas, nueces y pistachos.
Algunos remedios con sésamo o ajonjolí: El aceite sirve para las estrías; Las semillas de sésamo para la osteoporosis; Se pueden dar masajes con aceite de sésamo y jengibre para la ciática.
Así que, señora ama de casa no le haga el "feo" al ajonjolí y proporcione salud y prevención de enfermedades a su familia, teniendo en cuenta, desde luego las medidas de contradicciones y alergias.
