La flor de la calabaza es muy deliciosa y forma parte de la cocina tradicional de México e Italia. Aquí en Torreón es fácil encontrarla en los supermercados. Es parte de la gastronomía y quienes la prueban están convencidos debido a su delicioso sabor y valor nutricional y por la variedad de platillos que se pueden elaborar con ella.
Las flores de calabaza son grandes, con una coloración de pétalos amarillos a blancos.
La calabaza es una de las especies monoicas, es decir, que tiene en la misma planta flores masculinas y femeninas en diferentes lugares.
Las flores masculinas se reconocen con facilidad, ya que aparecen por encima del follaje al final de los tallos largos, delgados y sin hojas y las femeninas tienen tallos gruesos y en su base se encuentra un abultamiento que sería el fruto, poseyendo ya una forma muy definida.
Si se tiene un huerto, se recomienda cosechar sólo las flores masculinas, al menos que se desee reducir la producción. Las flores femeninas pueden ser cosechadas con las calabazas más pequeñas que crecen al final y se pueden usar en cualquier receta, tanto la calabaza como la flor.
Cuando se cortan se debe usar herramienta adecuada, ya sea un cuchillo con buen filo, es conveniente hacerlo al medio día cuando las flores están abiertas, dejando una pulgada de tallo. En seguida se procederá a enjuagarlas en un recipiente con agua fría.
Para almacenarlas se pueden poner en el refrigerador metidas en agua con hielo hasta que estén listas para ser usadas.
La flor de calabaza se caracteriza por contener abundante cantidad de agua (95,15 g por 100 gramos de parte comestible) y poca grasa, tan sólo 0,24 gramos por 100 gramos de parte comestible. Contienen calcio (39-47 mg por 100 gramos de parte comestible y fósforo, esto hace que estén recomendadas en edad de crecimiento y en personas que padezcan de osteoporosis. También poseen potasio, hierro y magnesio. Tienen vitamina A (en menor proporción que la calabaza), vitaminas del complejo B (B1, B2, B3), Vitamina C y ácido fólico, estas dos últimas se encuentran en una proporción mayor que en la calabaza.
Se pueden usar las flores de las dos variedades de calabaza, es decir, tanto las de verano como las de invierno, sin embargo, las más utilizadas para uso culinario son las de la calabacita (Curcubita pepo). El suave sabor (delicado y dulce) de sus pétalos combina muy bien con el de diversos preparados. Esto hace que se puedan consumir, tanto crudas, en ensaladas como cocinadas. En México se emplean en tamales, tortitas, quesadillas y sopas. México es el país con más recetas culinarias en las que son utilizadas estas flores y la producción de flor de calabaza es una de las opciones más rentables e importantes a nivel nacional, debido a su gran demanda para el consumo alimenticio; la flor de calabaza se encuentra ya industrializada; enlatada en salmuera, sopas y cremas.
Se recomienda no adquirirlas en otro lugar que no sea higiénico, ya que llevan muchos sulfatos pesticidas, por lo que pueden resultar tóxicas. Lo ideal es tener un huerto propio, pero queda estrictamente prohibido usar todos los funguicidas, insecticidas, herbicidas y acaricidas de uso habitual en el jardín en plantas que van a ser consumidas crudas o cocidas, lo ideal es comprarlas en tiendas especializadas. Por lo tanto, se deben consumir las flores bien identificadas y de procedencia segura, también antes de usarlas se deben lavar muy bien con agua fresca y con cuidado para evitar estropear sus pétalos. Una vez limpias, para que se sequen hay que colgarlas por el tallo para que se escurran bien. Por ser flores muy delicadas no se pueden conservar más de 24 horas en el refrigerador, lo ideal es adquirir sólo las que se vayan a consumir.
Señora ama de casa, si tiene hijos pequeños, es muy recomendable que los acostumbre a comer flor de calabaza, claro que no diariamente, pero sí de vez en cuando, son de gran beneficio para la salud y crecerán sanos y fuertes.
