El cacahuate (Arachis hypogaea), (maní) es originario de América, además de ser fuente de antioxidantes, fibra, vitaminas y minerales, ayuda a mantener la salud del corazón.
Conocedora de los aportes que el fruto de esta planta brinda al ser humano, la nutrióloga clínica Gabriela Martínez Garza, de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, explica que "si bien forma parte de las leguminosas, el cacahuate está incluido dentro del grupo de las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, las cuales ayudan a disminuir el colesterol, a diferencia de las grasas saturadas, que se encuentran con más frecuencia en productos de origen animal, además de que tiene proteínas y vitaminas, (principalmente A, E y K)".
Por lo que se refiere a antioxidantes, el cacahuate "es tan beneficioso como la fresa e, incluso, más que la zanahoria o manzana, en tanto que lo importante de dichos compuestos es que evitan que los radicales libres (responsables de envejecimiento) ataquen a las células del cuerpo, lo que permite mejor funcionamiento y vida más saludable del organismo, si bien hay que aclarar que existen varios tipos que actúan según la clase y función de cada célula".
Estudios realizados por científicos de la Universidad de Florida concluyeron que el cacahuate es rico en antioxidantes y agentes necesarios para defender al organismo de padecimientos asociados a enfermedades del corazón y al cáncer.
A pesar de sus beneficios, hay varias razones por la que su consumo no debe reemplazar a las frutas y vegetales. Afirma la nutrióloga Gabriela Martínez Garza: "una de las grandes desventajas que posee el cacahuate industrializado en sus diferentes estilos (japonés, enchilado, con limón o salado), es que la mayoría de las veces se ofrece combinado con sodio (sal) y grasas saturadas, lo que lo hace dañino para el organismo, especialmente cuando se ingiere en grandes cantidades, tomando en cuenta que la ingesta de calorías sería muy alta, aunque ocasionalmente puede ser disfrutado en tal forma".
Lo mejor es comerlo crudo o tostado y en pequeñas porciones, como parte de una alimentación balanceada.
El cacahuate provee proteínas y aceites esenciales necesarios para el organismo humano, esto ayuda a mantener en perfecto estado la salud de la piel y sistema circulatorio, eleva las defensas contra las infecciones y favorece el crecimiento y respiración normal de las células. Además mejora la calidad nutricional, redunda en mayor ingesta de vitamina E y ácido fólico (vitamina del complejo B que puede ayudar a prevenir alteraciones de nacimiento en el cerebro y médula espinal), además de magnesio, zinc, hierro, grasas monoinsaturadas (que protegen al corazón) y fibra.
Los granos frescos contienen de 32 a 35% de proteínas y de 40 a 50% de grasa, además de tiamina, riboflavina y niacina, compuestos altamente nutritivos pertenecientes al grupo de vitaminas B.
Investigadores de la Universidad Estatal de Pennsylvania, (Estados Unidos) demostraron que quienes lo ingieren no necesariamente presentan obesidad; por el contrario, el hábito de consumir una porción (seis piezas) o dos cucharadas de crema de maní a diario, mejora la calidad de la dieta sin que necesariamente provoque incremento de la masa corporal. El cacahuate contiene polifenoles (grupo de sustancias químicas presentes en comestibles de origen vegetal), los cuales ayudan a reducir los niveles de colesterol. Además, el proceso de tostado refuerza su contenido de antioxidantes, en tanto que algunas investigaciones demuestran que la genisteína (elemento activo también presente en este fruto como en los frijoles) ayuda a prevenir altos niveles de azúcar en sangre, causantes de diabetes.
Recuerde que con el cacahuate, la madre naturaleza brinda uno de los alimentos más sabrosos y sustanciosos, aprovechar su valor nutritivo y los aportes a la salud es responsabilidad de cada persona, al igual que su consumo moderado y su adecuada combinación para disfrutar al máximo sus increíbles propiedades.