ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A.C. (PSILAC)
CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
EL INDISCRETO ARTE DE REFORMAR Y ENLOQUECER
(TRIGÉSIMA SEXTA PARTE)
No cabe duda entonces, que en cierta forma somos producto de nuestro pasado, de nuestra historia, de nuestras raíces, prisioneros y dependientes de ciertas líneas hereditarias que se prolongan, se mezclan y se confunden en una amalgama de rasgos, de acciones, de conductas, de emociones, de sentimientos, así como de personajes entre reales y concretos, o mágicos y ficticios que forman parte de nuestra cotidianeidad a la vez que de nuestra existencia onírica. Lo prehispánico y lo colonial sigue formando parte de nuestra esencia y de nuestra existencia en casi todos los ámbitos, aún a pesar de lo que llamamos modernidad, en la que nos abraza la tecnología y nos marca los caminos a seguir en este mundo vertiginoso y aglomerado, al que deseamos integrarnos para formar parte del mismo. Y precisamente por ello, se marca con mayor intensidad ese nuestro conflicto de aculturación, en el que por un lado, nos sentimos estirados por la magia y la religiosidad de un pasado todavía tan cercano, mientras por el otro, nos atrae ese otro tipo de magia y de religiosidad mecánica y económica, si es que así la pudiéramos llamar a esa nueva religión de producción, mercadotecnia y consumismo que rige a nuestro mundo actual y que marca su ritmo y el de todos los que en él habitamos.
En un panorama semejante de nuestro planeta, no es para nada extraño el percatarnos que en un país como México, estemos dominados, controlados y adormecidos por una numerosa jauría de nahuales, que igualmente se debaten en ese conflicto de identidad, entre la magia y la realidad, entre sus rasgos humanos y sus raíces animales en vísperas de definir hacia donde dirigen sus pasos y con ello, hacia donde nos encauzan a todos los demás mexicanos. En una fauna semejante de mamíferos y carnívoros, tampoco es extraño entonces el hablar, explorar y describir todo aquello que se relaciona con la oralidad, con el tubo digestivo, con su anatomía y sus funciones lo mismo si nos enfocamos al tamaño de las fauces, que pueden ser pequeñas, grandes, enormes o inmesurables, con dentaduras relucientes y perfectas, especialmente a la hora de las fotografías, que muestran además colmillos afilados y molares perversos, tras los que se esconden lenguas húmedas y kilométricas que han aprendido a la perfección el arte de lamer, enroscarse y de seducir. Por lo mismo, todos aquellos verbos que se aplican a la oralidad y al tubo digestivo, suenan naturales y obvios en el vocabulario y la existencia de esta nuestra fauna cultural mexicana: morder, masticar, triturar, mordisquear, dentellear, arrancar, destrozar, corroer, rumiar, deglutir, ingerir, salivar, lamer, lengüetear, succionar, chupar y todavía podríamos prolongarnos a tantos otros verbos que se relacionan con las funciones del tubo digestivo y a la vez con las funciones y con los objetivos conscientes o inconscientes de nuestros nahuales. Sin embargo, un problema sumamente serio que se presenta en la existencia de esta jauría, viene a ser la terrible e incansable voracidad que manifiestan, ya que jamás la llegan a saciar y pareciera que su glotonería es infinita, pues entre más se llevan a las fauces, más necesidad tienen de seguir ingiriendo ese tipo de alimentos al que se han acostumbrado a través de los años conforme escalan posiciones y escalones, como es el dinero y el poder especialmente, puesto que parecieran ser insuficientes por completo.
Estamos a unos pasos de la Navidad, una experiencia en la que una vez más, como año tras año, se perfila y se mezcla lo mágico y lo religioso con la tecnología, con el consumismo y con la mercadotecnia, para hacernos conscientes de nuestra condición humana. Y bajo tales circunstancias, nos podemos preguntar: ¿De qué se disfrazarán nuestros nahuales en esta ocasión, cómo esconderán sus fauces y sus rasgos animales: dejarán al aire sus enormes barrigas, se dejarán crecer espesas barbas blancas y se pondrán el gorrito rojo, o cuál color escogerán? ¿Con qué paquetes de regalos o reformas nos sorprenderán ahora, como parte de ese incansable e indiscreto arte que poseen para enloquecernos? (Continuará).