Nuestro recomendado para escuchar
Contestatarios, irreverentes, imaginativos, rocanroleros y trovadores, los músicos del movimiento rupestre editaron este año su cancionero, la última parte de una saga conformada por un libro y un documental, con el que dejan constancia y huella de su música, su letra y su ritmo, pero sobre todo del ser rupestre.
El cancionero rupestre, además de ser una selección de canciones de los músicos rupestres, ofrece al interesado una mirada al proceso creativo que le imprime cada uno de ellos, ese universo intangible en donde se entremezcla la inspiración, el oficio, lo que leen, lo que escuchan, lo testimonial y la autobiografía.
Los músicos compendiados son Roberto González, Armando Rosas, Nina Galindo, Fausto Arrellín, Eblén Macari, Roberto Ponce, Rafael Catana, Carlos Arellano y el emblemático músico tamaulipeco Rodrigo González, mejor conocido por todos como Rockdrigo.
Este movimiento musical surgió a finales de 1983 cuando se realizó una serie de conciertos en el Museo Universitario del Chopo por iniciativa de Ángeles Mastretta, Jorge Pantoja, Rafael Catana y Rodrigo González, quienes nombraron al ciclo 2° Festival de la Canción Rupestre en noviembre de ese año.
Para la edición y compilación del material que conforma el cancionero se contó con la participación, además de los cantautores, de dos investigadores, Liliana García y Raúl Silva, quienes plantearon también su punto de vista acerca de la aparición de este material.
Raúl Silva detalló que el ser rupestre es un viaje que desde el pasado permanece y busca el futuro a través de una creación continua. "Es una forma de estar rememorando lo que sucedió de una manera donde los mismos músicos se reproducen para seguir creando, seguir vivos y seguir dando vida a muchos que los siguen".
Otros datos
- El movimiento musical surgió a finales de 1983.
- El cancionero reúne lo más destacado de este movimiento.