A fines de febrero comenté el triste arranque de nuestra economía y concluí que el crecimiento de 2014 sería inferior a las previsiones hechas a fines del año pasado, para quedarse quizá entre un 2 y 3 por ciento. Mencioné, además, que por eso "no deberá sorprendernos cuando las autoridades y los analistas también revisen a la baja sus estimaciones de crecimiento para este año".
Eso es precisamente lo que ha venido sucediendo en las últimas semanas, donde cada vez son más los que prevén una expansión igual o menor al 3 por ciento para 2014. Ese, sin embargo, no es el caso de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que todavía en estas fechas mantienen su estimación de un avance del 3.9 por ciento.
Las autoridades de la SHCP insisten, además, que el mal desempeño de la actividad productiva durante el primer trimestre no se debió a las alzas de impuestos y otras políticas internas, sino al hecho de que Estados Unidos tuvo un bajo dinamismo debido a trastornos climatológicos severos.
Es verdad que la economía estadounidense tiene un efecto muy importante sobre la nuestra y que cualquier contratiempo allá es una pesadilla acá, pero lo que no resiste análisis es la afirmación de que las medidas de política económica de nuestro gobierno no tuvieron repercusiones negativas sobre la actividad productiva.
Por un lado, los aumentos de impuestos, por sí mismos, no son expansivos. Por otro, las revisiones de precios públicos por encima del crecimiento de los salarios tampoco tienen un efecto positivo sobre el poder de compra y la demanda interna. En nuestro caso, el alza de impuestos y precios públicos así como la Ley de lavado de dinero desalentaron, sin duda, el gasto de los consumidores y el de inversión de las empresas en los primeros meses del año.
Adicionalmente, la reforma fiscal, que obliga a realizar todas las operaciones de los contribuyentes en el portal electrónico del SAT, trastornó, por lo menos en estos meses, los servidores de la SHCP y aumentó las horas hombre dedicadas a cumplir los nuevos y, para muchos, onerosos requerimientos fiscales.
En consecuencia, la economía no agarró tracción en el primer trimestre porque EU creció algo menos de lo previsto y, aunque no les guste a nuestras autoridades, porque las políticas públicas del gobierno desalentaron, por lo menos inicialmente, el gasto de los particulares.
El Inegi dará a conocer el crecimiento del PIB del primer trimestre hasta el 23 de mayo, pero con la información disponible no es muy aventurado decir que el número oficial se ubicará entre 1 y 2 por ciento. Nada que festejar.
Es muy probable, por tanto, que la SHCP se vea obligada a aceptar lo que para ese entonces (casi mitad de año) todos los analistas privados ya habrían reconocido, esto es, que tiene que revisar a la baja sus números alegres, ya que para alcanzarlos se necesitaría de un crecimiento titánico de alrededor del 6 por ciento durante el último trimestre del 2014.
Con los elementos de juicio que se tienen en la actualidad no es descabellado suponer que ese nivel de crecimiento no se logrará al cierre del año, pero también se puede decir que tampoco nos quedaremos en los magros niveles actuales.
Mi expectativa es que en los meses siguientes se conjuguen una mejoría continua en la economía estadounidense, mayores remesas de los trabajadores mexicanos en el exterior, un alza del gasto público interno y una mejoría paulatina del gasto privado, para sacar del marasmo actual a nuestra economía.
No habrá números espectaculares, pero serán progresivamente mejores según avance el año. Este trimestre, por ejemplo, resentirá el impacto negativo de la Semana Santa, pero aun así es posible que el crecimiento supere, si bien marginalmente, al registrado durante el primer trimestre.
Considero que la mejoría más notoria se dará durante el segundo semestre, pero todavía es muy temprano para concluir que será lo suficientemente fuerte como para evitar que el año en su conjunto se quede por debajo del 3 por ciento. Los números alegres de nuestras autoridades, si se dan, será hasta el 2015.
Regreso a esta columna el miércoles 16 de abril.
