Discurso. Obama afirmó que un ciudadano estadounidense iba a bordo del avión de Malaysia Airlines siniestrado el jueves.
El Consejo de Seguridad de la ONU pidió ayer una investigación independiente para aclarar el siniestro en Ucrania del avión MH17 de Malaysian Airlines, mientras que Estados Unidos lo achacó a un misil de los rebeldes prorrusos aunque no presentó por el momento pruebas que sustenten esa hipótesis.
El máximo órgano de decisión de Naciones Unidas demandó además a todas las partes del conflicto ucraniano que ofrezcan acceso inmediato a la zona del suceso.
La embajadora estadounidense en la ONU, Samantha Power, afirmó ante el Consejo que, según la información de la que dispone su país, el avión "fue probablemente derribado por un misil tierra-aire, un SA-11, operado desde una zona controlada por separatistas en el este de Ucrania".
Poco después el presidente de EU, Barack Obama, recalcó que "las pruebas indican que el avión fue derribado por un misil tierra-aire que fue lanzado desde un área controlada por los separatistas respaldados por Rusia dentro de Ucrania".
No obstante, subrayó que es "demasiado pronto para saber las intenciones de quienes dispararon el misil" y evitó culpar directamente al presidente ruso, Vladimir Putin.
"Tenemos pruebas muy sólidas de que el avión fue derribado por un misil SA-11, disparado desde una posición controlada por separatistas prorrusos, probablemente desde el lado ucraniano de la frontera", afirmó por su parte en rueda de prensa el portavoz de Pentágono, el contraalmirante John Kirby.
El portavoz militar no quiso aventurar, hasta que avance la investigación internacional a la que EU ha ofrecido ayuda, quién fue el responsable directo del lanzamiento del misil. "No sabemos qué unidad, si fue rusa o separatista; no podemos decir si hubo asistencia del otro lado de la frontera, por esta razón hay una investigación en marcha", agregó.
Por su parte, Rusia responsabilizó a las autoridades ucranianas por no haber cerrado el espacio aéreo en una zona de combate.
"Cualquier persona normal se planteará por qué los controladores aéreos ucranianos han mandado a un avión a una zona de combate, una zona donde la aviación se utiliza para ataques, sobre todo contra objetivos civiles, y donde hay en funcionamiento sistemas de defensa antiaérea", dijo el embajador ruso en la ONU, Vitaly Churkin.
Churkin subrayó que, según la legislación internacional, es responsabilidad de las autoridades nacionales garantizar la seguridad de los aviones civiles que sobrevuelan su espacio aéreo y pidió por ello una investigación sobre la gestión de Ucrania.
Por su parte, Mark Rutte, primer ministro de Holanda -país que sufrió las más duras consecuencias de la tragedia con 189 muertos- aseguró que "no descansará" hasta que los responsables del siniestro sean juzgados.
Rutte destacó que hay "incertidumbres" sobre el suceso y consideró que aparentemente el avión comercial de la aerolínea malaya que viajaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur fue derribado.
"Hay algo que está claro: si es un ataque, los autores tienen que ser encontrados y castigados. Es más, no descansaremos. Las víctimas y sus familias tienen derecho a ello", afirmó.