Ochoa no quiere gol ante los croatas

Todas las mañanas, Guillermo Ochoa encuentra un motivo de asombro al revisar mensajes y redes sociales en su smartphone. Las inverosímiles atajadas contra Brasil aún tienen repercusión y el nombre del arquero es noticia en lugares que ni siquiera conoce. Pero él quiere más. Lo que pretende es hacer historia.

Eso explica la intensidad puesta sobre el lienzo verde de la Arena Pernambuco. El ex futbolista del América y el Ajaccio se esfuerza al máximo en cada lance. No podía ser de otra forma. Esta tarde, contra Croacia, buscará ser el segundo portero tricolor que culmina una fase grupal mundialista con el marco imbatido, primero fuera de México.

Ignacio Calderón lo hizo en 1970, ante la Unión Soviética, El Salvador y Bélgica. Su racha terminó ante Italia, en cuartos de final (1-4).

Ochoa pondera la labor colectiva, mas sabe que si su arco permanece inmaculado, no importará lo que pase en la otra área, los verdes habrán clasificado a octavos de final por sexta Copa del Mundo en fila.

"Sí sabía esa estadística (de los porteros). Me enteré justo ahora, después de Brasil, pero sólo lo hicieron en México, nunca fuera", subraya el tapatío. "Ojalá se pueda conservar, alargar fuera del país, porque así nos dará opción de avanzar. Significaría que estamos en la siguiente fase".

"Por supuesto que visualizo a la Selección en la siguiente etapa. Quiero mantener el arco en cero", agrega el ahora afamado arquero.

Llegó a Brasil con la zozobra de que podría volver a quedarse en la banca. Dos semanas después, está en el umbral de la historia y es considerado por varios expertos como el mejor guardameta en lo que va del Mundial.

"La clave es el grupo, el equipo, como fue con Brasil", aclara, humilde. "En lo personal, pude ayudarlos con esas atajadas y me fue bien, pero también el grupo hizo un buen partido, sólido, bien atento en defensa, no dejándoles muchos espacios".