El director de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), el ruso Yuri Fedotov, condenó hoy el secuestro de más de 200 niñas nigerianas por parte de la secta radical islámica Boko Haram y pidió más cooperación internacional contra la trata de personas.
"Expreso mi completa repulsa por el secuestro de estas jóvenes, así como contra la vergonzosa amenaza de venderlas" como esclavas, declaró Fedotov a un grupo de periodistas en Viena.
Ofreció el apoyo de la ONUDD a las familias y a quienes trabajan para liberar a las menores, al tiempo que expresó su esperanza en que quienes cometieron esos hechos sean llevados ante la justicia.
"Es muy importante que la comunidad internacional mande una señal clara a todos aquellos involucrados en este crimen de que lo sucedido no es aceptable", subrayó.
Asimismo, destacó que se deben ratificar los instrumentos internacionales que luchan contra la trata de seres humanos y estudiar mejor esta moderna forma de esclavitud, que afecta en el mundo a unos 2,4 millones de personas, en su gran mayoría mujeres y niñas, y mueve unos 32.000 millones de dólares anuales.
El responsable de esa agencia de la ONU pidió que avance la protección a las víctimas de trata, que aumente la concienciación contra ese delito y que mejoren las contribuciones al fondo de Naciones Unidas que ofrece asistencia humanitaria y legal a quienes han padecido ese tipo de esclavitud.
Fedotov indicó que este secuestro "ilustra la vinculación entre el crimen organizado y el terrorismo", aunque precisó que se deben obtener más datos y "pruebas contundentes" sobre esa clase de colaboración.
Resaltó que África occidental y central y el Sahel son de gran importancia para la ONUDD y dicho organismo está preparando una estrategia para fomentar la seguridad y la estabilidad en la región.
Boko Haram, que significa "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer la "sharía" (ley islámica) en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que ha causado más de 3.000 muertos.